Evangelización y cristianofobia
El Sínodo de los Obispos sobre nueva evangelización, que se está celebrando en Roma, ha pasado ya su ecuador. En esta primera parte han intervenido en el aula muchos representantes de diócesis y comunidades, aportando su visión particular sobre cómo afrontar el reto que supone la creciente secularización que vive el mundo occidental. Ha sido una "lluvia de ideas" muy variada, muy rica e interesante. Ahora se entra en otra fase más discreta, de trabajo en pequeños grupos lingüísticos, para ir elaborando el documento final que se ofrecerá al Papa y un mensaje al pueblo de Dios con el que se pondrá fin al evento.
De todo lo que se ha dicho y hecho en el aula, lo que más me ha llamado la atención ha sido lo sucedido en torno a un acontecimiento que ha roto la monotonía de las sesiones. el cardenal Turkson, que preside el Pontificio Consejo Justicia y Paz, decidió aprovechar su turno de palabra para presentar un vídeo ya antiguo, del 2009, sobre la expansión del Islam en el mundo gracias, entre otras cosas, a su fuerte crecimiento demográfico. El vídeo "Muslim Demographics" causó un verdadero revuelo y no dejó a nadie indiferente. El cardenal de París protestó públicamente -quizá porque se decía que en pocos años Francia sería una República Islámica- y acusó a Turkson de promover sentimientos antimusulmanes. Este, abrumado por las reacciones en contra, tuvo que pedir disculpas por haber puesto el vídeo y alegó en su defensa que no pretendía llamar a ninguna cruzada sino sólo hacer ver las consecuencias a que nos está conduciendo la baja natalidad en los países europeos.
Con todos los respetos, ante este hecho he tenido la sensación, al menos un poco, de que era algo así como lo de la orquesta del Titanic. Mientras el barco se hunde, algunos se entretienen tocando el violín. La cuestión de la cristianofobia en Europa no es un asunto menor y no está relacionada, ciertamente, con el ascenso del Islam. Se trata más bien de una apuesta de los dirigentes políticos europeos -posiblemente influidos por la masonería- para acabar con la Iglesia, aunque eso suponga acabar con la propia Europa tal y como hasta ahora ha existido y ofrecérsela en bandeja al Islam. No podemos afrontar la nueva evangelización sin ser conscientes de este acoso, de esta persecución, y sin tomar las medidas que haya que tomar para defendernos de ella, pacífica y democráticamente por supuesto.
Monseñor Munilla decía esta semana que más de la mitad de los jóvenes españoles ignoran quién es Jesucristo. Estos ignorantes serán algunos de los que han asaltado el colegio salesiano de Mérida al grito de "dónde están los curas, que los vamos a quemar". Aunque no son los únicos ignorantes o aspirantes a asesinos. En Toronto, Canadá, la ministra de Educación ha prohibido que en los colegios católicos se diga que el aborto es malo, bajo la amenaza de severos castigos a los que desobedezcan.
No podemos seguir viendo el proceso de secularización en el que estamos inmersos como algo natural, como algo que nos viene dado debido al fluir lógico de los acontecimientos históricos. estamos ante algo forzado a toda máquina. Estamos ante un acoso premeditado que cuenta con muchos medios de todo tipo a su favor. La nueva evangelización tiene que saberlo y cerrar los ojos a la realidad es no sólo una ingenuidad sino, en el fondo, colaborar con el enemigo.