De Fabra, Monago y otros presidentes del PP
por Luis Antequera
Se ha sentado hoy un feo precedente de algo que aprendimos “a degustar” con el pesoísmo y que, a lo que se ve, ha creado escuela, y no sé hasta qué punto se va a asentar como conducta también en el Partido Popular.
Mientras en su mensaje de fin de año el presidente extremeño Monago hacía una interesante exaltación de la igualdad entre españoles, diciendo en español, vascuence y catalán (curiosamente no en gallego), que los extremeños no son más que nadie, pero tampoco menos, en Valencia el sustituto de Camps, con indisimulada alegría, declaraba que era una "gratísima noticia" que el futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos radiactivos de alta actividad se instalase finalmente en el municipio conquense de Villar de Cañas y no en el valenciano de Zarra, agradeciendo al “Consell la defensa que ha hecho para que no pueda venir el almacén”. Todo ello mientras, por el contrario, su compañero de partido, el consejero de empleo de la Junta de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, declaraba que la concesión del almacén a su región “era una excelente noticia”.
La salida de pata de banco del Sr. Fabra tiene por lo menos dos penosas implicaciones. La primera y más notoria la de la insolidaridad regional: no está bien para los valencianos, lo que, sin embargo, sí lo está para los castellano-manchegos, los mendigos de la región de al lado tal vez, emulando con su comportamiento el de los más sectarios e insolidarios nacionalistas, que parece haberse convertido en la única manera de hacer política en este país de nuestros dolores. La segunda, peligrosísima, -tan peligrosa que hasta uno de su grandes inventores ha reconocido hoy mismo la inconveniencia de la práctica y la necesidad de abandonarla(1)-, la emisión de un mensaje diferente por el mismo partido, para colmo titular del Gobierno de la nación, según la región de que se trate, emulando los peores tics del comportamiento pesoíta del que, con toda claridad, el pueblo español ha expresado estar hasta las narices en la última ocasión en la que ha podido hacerlo.
Aunque para el Sr. Fabra la recepción del almacén en su región hubiera podido resultar enojosa y comprometida, y en consecuencia, la no recepción le haya producido un profundo alivio y una gran alegría, nunca debió expresarlo en los términos en los que lo ha hecho, haciendo de menos a la región de sus vecinos, comportándose como el más ruín de los nacionalistas, y dejando en mal lugar no sólo a otros compañeros de partido que se han expresado de otra manera, sino al propio Gobierno de la nación, de su mismo partido, que es, después de todo, el que ha decidido que basta de comportarnos como nuevos ricos sin ser ricos -que pocas situaciones hay más cómicas-, para que los países verdaderamente ricos de Europa se forren haciendo lo que, por catetos, no queremos hacer aquí con nuestro esfuerzo, para empezar a comportarnos con un poquito de equilibrio mental, algo que tanto ha faltado en la España pesoíta, ahorrando costes y haciendo lo que todo el mundo hace, a saber, lavarse los trapitos sucios, -en este caso los desechos radiactivos-, en casa.
(1) Rubalcaba ha reclamado hoy ante militantes de su partido, que el PSOE vuelva a “vertebrar España” y a “decir en todas las comunidades autónomas lo mismo”, añadiendo: “Y eso, compañeros y compañeras, tenéis que reconocer conmigo que últimamente se nos ha olvidado”.
©L.A.
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