¿Qué dirán Sopena y Cía.?
Entre ellos, guardias civiles, policías locales, directores de empresas, desempleados, estudiantes y un jardinero de Parla, que además grabó a sus sobrinas con poses sexuales. Un verdadero asco, algo demoníaco y vomitivo, que clama justicia.
Ahora sólo espero que El País (que a la hora en que escribo el post, las 15:52, ni siquiera lo cuenta en su edición digital), Público, El Mundo, La Ser, Cuatro, Telecinco, La Sexta, Enric Sopena, María Antonia Iglesias, Manuel Saco, Juan José Millás, Maruja Torres y todos los que han bramado porque el Papa no ha hablado lo suficiente (en su opinión) ante este vil asunto, o han pedido su imputación por los casos de abusos sexuales del clero, exijan las disculpas, cuando no la dimisión y la imputación de:
* El Ministro de Interior y la Ministra de Defensa, como responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y por tanto de los polícías locales y la Guardia Civil.
* El Ministro de Trabajo, como responsable del INEM, y por tanto, de los desempleados.
* Los líderes sindicales, que organizan cursos para desempleados.
* El presidente de la CEOE, como último eslabón de las empresas en las que son directivos los pedófilos. Y, por supuesto, los presidentes de las empresas o grupos empresariales en los que trabajan.
* El Ministro de Educación y los rectores universitarios de los estudiantes que tenían material pedófilo.
* El alcalde de Parla, por la contratación del jardinero pederasta. Y si lo contrataron en tiempos de Tomás Gómez, del actual líder del PSM.
Estoy seguro de que lo harán. Porque si no, mostrarán a las claras que lo único que les mueve es su anticlericalismo radical y su anticatolicismo beligerante. Por si acaso, un amigo me desaconseja esperar sentado la reacción de estos medios y comunicadores, porque teme que me quede como el tipo de esta foto, que como yo, también es calvo...
José Antonio Méndez
CODA: Para los comentaristas con ganas de gresca, recuerdo que en este blog ya se ha dicho reiteradamente que la pederastia es algo tan delictivo como asqueroso, demoníaco y aberrante. A quienes abusan de los niños o contribuyen a que otros lo hagan, hay que otorgarles el perdón si lo piden, pero también hay que hacer que paguen en la cárcel por sus actos. Sean curas, fruteros o jueces. Pero también exijo que los medios traten a todos los pederastas y pedófilos por igual.