La Píldora del Día Siguiente y la responsabilidad
En suma, la venta de la PDS sin receta médica en las farmacias es una irresponsabilidad cuyos efectos en el futuro habrán de lamentarse.
por Esther Fonseca
Desde la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos hemos de denunciar la irresponsabilidad que supone el anuncio que ha hecho la Ministra de Sanidad de autorizar la venta de la Píldora del Día Siguiente (PDS) sin receta médica en las farmacias. La PDS ya plantea de por sí problemas éticos, ya que supone en algunos casos la eliminación de una vida humana en desarrollo. Pero venderla sin receta médica, supone además un problema de salud para la mujer que lo adquiere, ya que la paciente no va a tener un diagnóstico adecuado por parte del médico, ni tampoco un seguimiento que es necesario al tomar cualquier medicamento. Mucho más en este caso, del que se pueden derivar efectos adversos graves. En consecuencia, es necesario añadir que la PDS no es inocua; que tiene efectos secundarios importantes que no hay que despreciar; que sus consecuencias, al ingerirla en cantidades superiores a las que indica el prospecto, no se conocen. La ocurrencia de vender la píldora a mujeres sin limitación de edad, supone un grave riesgo para la salud de las adolescentes y niñas, ya que, según indica el prospecto de Postinor «su uso no está recomendado en niñas, porque los datos disponibles en adolescentes menores de 16 años son muy limitados». La función del farmacéutico es la de proteger la salud y fomentar un uso racional de los medicamentos, a través de la atención farmacéutica. La dispensación de la PDS en los términos que se pretende, además de ignorar al profesional farmacéutico, supone un serio riesgo, en especial por el efecto abortivo de la PDS, ya que al impedir la implantación del óvulo fecundado en el útero, produce la eliminación de un ser humano en desarrollo, así como por los graves riesgos para la salud de las niñas, adolescentes y mujeres. En suma, la venta de la PDS sin receta médica en las farmacias es una irresponsabilidad cuyos efectos en el futuro habrán de lamentarse. *Esther Fonseca es vicepresidenta de la Federación Internacional de Farmaceúticos Católicos y presidenta de la Asociación Española de Farmaceúticos Católicos.
Comentarios