Miércoles, 18 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

¿Y qué pasa con el bien del bebé en una maternidad subrogada?

Almacén de niños de vientres de alquiler.
Esta foto dio la vuelta al mundo en mayo de 2020 como aldabonazo a la conciencia sobre los vientres de alquiler: son decenas de niños almacenados en un hotel de Kiev a la espera de que las restricciones de movilidad por la pandemia permitan su reparto. La huella de esta desvinculación afectiva de los pequeños puede ser profunda en sus vidas.

por Michael Cook

Opinión

En el debate sobre los vientres de alquiler, la mayor parte de las batallas se libran en torno a los derechos de los padres contratantes o al bien de la madre subrogada. Pero ¿qué pasa con el bien del bebé? Es un asunto que ha investigado una profesora de Derecho de Singapur en Public Discourse.

Seow Hon Tan, de la Singapore Management University, dice que no debe legalizarse la maternidad subrogada porque no favorece el mejor interés del bebé. Apunta varias razones.

La epigenética. La vida en el seno materno puede afectar al feto. Dado que las madres de alquiler suelen tener -y siempre se les anima a que tengan- un débil vínculo emocional con el niño a quien están gestando, de alguna manera esto podría transmitirse al feto. Además, la subrogación causa un estrés impredecible en la madre subrogada. "La evidencia de que en los embarazos subrogados el vínculo es más pobre debería inquietarnos, porque más tarde puede dar lugar a problemas para los niños", escribe.

La separación de la madre gestacional. El niño puede sufrir un trauma al ser separado de su madre. Esto está bien documentado para casos de adopción. ¿Qué autoriza a los padres contratantes a imponerle este trauma a los niños gestados en subrogación?

El vínculo afectivo con los padres contratantes. "Tras ser separados de sus madres subrogadas, los recién nacidos pueden tener problemas de re-vinculación a sus nuevos padres", escribe Tan. La madre contratante carece de vínculo genético con el niño, lo que podría conducir a dificultades en su vínculo afectivo. "Desconectar el nacimiento de la crianza significa que las madres contratantes deben criar a sus hijos sin el beneficio de la sensibilidad materno-fetal y de los vínculos del embarazo".

Los deseos de  los niños cuando sean adultos. Probablemente, los niños que en algún momento de su vida posterior quieran conocer a su madre gestacional verán frustrado ese deseo. "La subrogación deja al niño en la ignorancia sobre el entorno gestacional, y posiblemente genético, que tan intensamente modeló la persona en la que se ha convertido".

Publicado en BioEdge.

Traducción de Carmelo López-Arias.

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