Jueves, 21 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

¿Qué necesitan los niños que cuestionan su género: psicoterapia u hormonas?

Adolescente pensativa.
Cuando un niño o joven duda sobre su sexo, se hace imprescindible una exploración psicológica prolongada que permita aflorar problemas que no se aprecian en unas pocas consultas. Foto (contextual): Jonathan Cosens Photography.

por Michael Cook

Opinión

Si consultas la página de Terapia hormonal de afirmación de género de Planned Parenthood League of Massachusetts, descubrirás que puedes conseguir una receta de testosterona o estrógenos después de tu primera visita o en una consulta on line. Por supuesto, los menores de 16 y 17 años necesitan consentimiento paterno. Si tienes menos de 16, Planned Parenthood te remitirá encantada a otro consultorio. En Estados Unidos, los especialistas en género están atendiendo a sus clientes como en una cadena de montaje.

Ahora bien, una breve consulta, incluso dos o tres, no es suficiente para decidir si una persona está preparada para una “afirmación de género” que cambiará su vida, dice el psiquiatra australiano Robert D’Angelo en Journal of Medical Ethics. Él propone el psicoanálisis como un instrumento apropiado para que los médicos aborden determinadas cuestiones con los pacientes que cuestionan su género. Es más lento, pero respeta su autonomía y su consentimiento informado y permite diagnósticos más precisos.

Pero hay un problema. La psicoterapia para pacientes que cuestionan su género está cada vez más perseguida como una forma encubierta de “terapia de conversión”.

No lo es, insiste D’Angelo. La psicoterapia tiene un pasado cuestionable, pero ha evolucionado con los años: “Sugerir que la psicoterapia es una forma de terapia de conversión desvela una incomprensión absoluta de lo que es la psicoterapia. La psicoterapia no tiene que ver con la disyuntiva afirmación/conversión: pretende abordar la angustia de los jóvenes que sufren disforia de género, más que corregir su sentimiento de desajuste”.

Y explica por qué la psicoterapia es necesaria en el caso de pacientes que piden un cambio de sexo: "El consentimiento informado queda seriamente comprometido si el paciente y el clínico tienen una comprensión inexacta o incompleta de la causa de la angustia o del problema del paciente. Actualmente, carecemos de herramientas y de protocolos de detección para determinar en qué individuos la disforia de género es indicativa de otro problema de salud psicosocial o mental. Del mismo modo, no tenemos una forma fiable de predecir a qué jóvenes ayudará la transición y a cuáles no. La mejor arma que tenemos, y podría decirse que la única, es una exploración psicoterapéutica detallada durante un periodo lo bastante prolongado como para permitir que afloren aspectos importantes antes desconocidos o inconscientes y poder reflexionar sobre ellos.

»Para tomar una decisión informada es imprescindible conocer todos los hechos. Y esto incluye hechos que no se aprecian con facilidad ni están fuera de la conciencia. Si asumimos que algunos de los factores que van moldeando las decisiones individuales sobre la transición médica no son conscientes y lleva tiempo acceder a ellos, entonces no es posible tomar una decisión sólida e informada sin un detallado proceso psicoterapéutico que intente descubrir problemas o áreas de experiencia antes desconocidos. Una delicada exploración psicoterapéutica no tiene nada que ver con actitudes paternalistas o controladoras. Al contrario, protege la autonomía del paciente ofreciendo un espacio para una reflexión meticulosa y matizada que aliente y facilite la toma compartida de decisiones complejas".

Publicado en BioEdge.

Traducción de Carmelo López-Arias.

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