Pedro Calungsod fue beatificado en el año 2000
Un mártir de 17 años, posible segundo santo de Filipinas
El milagro que permitirá la canonización es la curación de una mujer dos horas después de que se la declarase en muerte cerebral.
Según los obispos filipinos, el Vaticano ha aprobado el milagro necesario para canonizar al mártir Pedro Calungsod.
Este filipino de 17 años fue beatificado en el año 2000 por Juan Pablo II. El milagro que permitirá la canonización es la curación de una mujer dos horas después de que se la declarase en muerte cerebral.
“Estaba en la cama del hospital desde hacía bastante tiempo. El doctor dijo que no tenía curación, pero a través de la intercesión del beato Pedro Calungsod, la mujer recuperó su salud y ahora está 100% sana”, dice Mhar Vincent Balili, de la archidiócesis de Cebú.
Pedro Calungsod nació en Cebú, Filipinas, en 1654. Murió junto al misionero español Diego Luis de San Vitores mientras evangelizaban a los nativos. De carácter sencillo y callado, la primera vez que se supo del beato filipino fue a través de las memorias del sacerdote español.
El descubrimiento de este adolescente ha supuesto una gran emoción para el pueblo filipino, especialmente en Cebú, su ciudad natal. Allí, Pedro Calungsod ha sido declarado Patrón de la juventud y tiene un santuario.
“Esperamos que la canonización del beato Pedro Calungsod recuerde que los jóvenes no son sólo receptores del Evangelio sino que también deben llevar a Dios a otros. Con la próxima canonización del beato Pedro Calungsod, podemos decir que tenemos un paisano, en nuestro dialecto lo llamamos ´tagilungsod´, al que podemos acudir en nuestras oraciones para que nos ayude”, señala Balili.
Ahora sólo falta que Benedicto XVI ratifique este milagro. El Papa podría anuciarlo en las próximas semanas, con lo que se convertiría en el segundo santo de Filipinas después de San Lorenzo Ruiz, canonizado en Roma en 1988.
Este filipino de 17 años fue beatificado en el año 2000 por Juan Pablo II. El milagro que permitirá la canonización es la curación de una mujer dos horas después de que se la declarase en muerte cerebral.
“Estaba en la cama del hospital desde hacía bastante tiempo. El doctor dijo que no tenía curación, pero a través de la intercesión del beato Pedro Calungsod, la mujer recuperó su salud y ahora está 100% sana”, dice Mhar Vincent Balili, de la archidiócesis de Cebú.
Pedro Calungsod nació en Cebú, Filipinas, en 1654. Murió junto al misionero español Diego Luis de San Vitores mientras evangelizaban a los nativos. De carácter sencillo y callado, la primera vez que se supo del beato filipino fue a través de las memorias del sacerdote español.
El descubrimiento de este adolescente ha supuesto una gran emoción para el pueblo filipino, especialmente en Cebú, su ciudad natal. Allí, Pedro Calungsod ha sido declarado Patrón de la juventud y tiene un santuario.
“Esperamos que la canonización del beato Pedro Calungsod recuerde que los jóvenes no son sólo receptores del Evangelio sino que también deben llevar a Dios a otros. Con la próxima canonización del beato Pedro Calungsod, podemos decir que tenemos un paisano, en nuestro dialecto lo llamamos ´tagilungsod´, al que podemos acudir en nuestras oraciones para que nos ayude”, señala Balili.
Ahora sólo falta que Benedicto XVI ratifique este milagro. El Papa podría anuciarlo en las próximas semanas, con lo que se convertiría en el segundo santo de Filipinas después de San Lorenzo Ruiz, canonizado en Roma en 1988.
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