Juan Manuel de Prada y Jaume Vives advierten: para los cristianos sirios llega «una época siniestra»
Pocas horas después de que el gobierno sirio considerase "inexpugnable" la capital, Damasco cayó en manos de los "rebeldes". Bashar al Assad huyó y ha sido acogido por Vladimir Putin a la espera de acontecimientos.
En manos de islamistas
Hasta cinco facciones islamistas se disputan ahora el control de la situación, siendo por ahora Mohamed al Jawlani quien parece figurar como "hombre fuerte". Dirigente del grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), Al Jawlani ha estado vinculado a Al Qaeda primero y a Estado Islámico después. Está considerado un líder terrorista y Estados Unidos ofrecía 10 millones de dólares por su cabeza.
Con Rusia fuera del escenario -peligra su base de Tartús, la única que tiene en el Mediterráneo-, cae la única protección que podían esperar los cristianos, más seguros bajo el régimen baasista que ante sus opositores islamistas.
Una explicación de lo que ha pasado en Siria en estas últimas semanas.
La dedicación de Rusia a Ucrania ya dejó desamparados a los cristianos de Armenia (de los que la Unión Europea se ha desentendido desde el principio) y los de Siria parecen abocados a un destino similar.
Vives: "Que Dios sostenga su fe"
Es el temor que ha expresado recientemente en sus redes sociales el escritor y publicista Jaume Vives: "Nos han vendido un relato falso sobre Siria para justificar el derrocamiento de Al-Assad. La mayoría de modernitos occidentales se lo han creído y ahora comienza una época siniestra donde se recrudecerá la persecución a cristianos y la población vivirá aterrorizada. Mientras los tontos aplauden Siria ha comenzado ya a transitar hacia un baño de sangre que luego lamentarán y, sorprendidos, se preguntarán cómo ha podido ocurrir".
Vives conoce bien la zona. Estuvo en Líbano conviviendo con refugiados cristianos sirios e iraquíes y luego en Irak para el proyecto Guardianes de la Fe. Desde entonces siempre ha advertido contra las interpretaciones interesadas sobre la situación siria: "Los poderes putrefactos de Occidente parecen tener fijación en acabar con los países en los que se respeta a cristianos, mujeres y minorías. Y mientras, esos mismos poderes se sientan a fumar, a beber y coquetean con los bárbaros que en sus países no respetan ni a cristianos, ni a mujeres ni a ninguna minoría".
Hace referencia a la llamada "primavera árabe" (2010-2012) impulsada por Barack Obama y aplaudida por los medios sistémicos en Occidente: "En 2011, cuando la propaganda alababa a los rebeldes moderados, esos mismos rebeldes se dedicaban a matar a cristianos, meterlos en bolsas de basura y dejarlos en las calles para que se pudrieran con carteles que ponían Cristiano, no tocar. En 2011, cuando la gente salía a la calle en Aleppo para apoyar a Al Assad, los medios titulaban 'miles de sirios salen a las calles para pedir el fin del régimen de Al Assad'. El timo es gigante. Y pesará sobre las conciencias de todos los cómplices, porque las consecuencias del derrocamiento de Al-Assad serán desastrosas".
"Que Dios cuide del pueblo sirio porque vuelven tiempos oscuros. Que sostenga su fe. Y que la sangre de mártires pasados y de los que vendrán sea, como decía Tertuliano, semilla de nuevos cristianos. Si desde Occidente miramos a Oriente aprenderemos cómo tenemos que vivir la fe", concluye Vives.
Prada: "Rebanacuellos sufragados por Occidente"
En un sentido similar, el escritor Juan Manuel de Prada afirma este lunes en ABC que "repugna, entristece y desalienta el alborozo con que los medios de cretinización de masas celebran la caída de Siria en manos de rebanacuellos sufragados por Occidente, aprovechando que los principales aliados de Al Assad están debilitados militarmente".
"Las bandas de mercenarios yihadistas que han depuesto a Al Assad", recuerda, "no anhelan la democracia ni parecidas zarandajas, sino la restauración de la umma o comunidad de los mahometanos, que por supuesto se logrará mediante la persecución a sangre y fuego de los 'infieles'; o sea, de los cristianos que hoy se han quedado a merced de los rebanacuellos".
Y concluye denostando "la alianza execrable entre el islamismo y sus patrocinadores occidentales": "Hoy Siria se convierte en una nueva Libia, un estado fallido cuyos recursos serán rapiñados por los patrocinadores del golpe; las masacres de cristianos se convertirán en fatigosa rutina".