Jacques Mourad, arzobispo de Homs: «Quieren acabar con la gran historia de los cristianos de Alepo»
"Estamos muy cansados. Estamos realmente agotados, y también estamos acabados, en todos los sentidos", han sido las palabras de Jacques Mourad, monje de la comunidad de Deir Mar Musa y arzobispo siro católico de Homs, una ciudad que sigue recibiendo refugiados que huyen de Alepo, la cual ha vuelto a manos de los grupos armados yihadistas 'rebeldes'.
Nacido en Alepo, es hijo espiritual del padre Paolo Dall'Oglio (el jesuita romano fundador de la comunidad Deir Mar Musa, desaparecido el 29 de julio de 2013 en Raqqa, entonces capital siria de Daesh), Mourad fue secuestrado por un comando yihadista en mayo de 2015 y había soportado largos meses de cautiverio. Así lo recoge la Agencia Fides.
No estábamos preparados
El padre Jacques sabe lo que dice cuando repite que "no podemos soportar todo este sufrimiento de la gente que llega aquí destrozada, después de 25 horas de camino. Sedientos, hambrientos, con frío, sin nada".
"La situación en Homs es peligrosa -cuenta el padre Jacques-. Muchos refugiados de Alepo, también cristianos, llegaron los primeros días después del asalto de los grupos armados, pasando por la carretera vieja. No estábamos preparados para todo esto, realizamos de inmediato una reunión entre los obispos y organizamos dos puntos de acogida. Para ayudar a los refugiados se necesita comida, colchones, mantas y diésel".
"Es un sufrimiento inmenso, los sirios están conmocionados por lo que se ha hecho. ¿Quién y cómo ha decidido llevar a cabo esta acción de los grupos armados, cuando todos conocemos lo que hemos visto durante años, lo que ocurre cuando un grupo armado entra en un país, y de inmediato la reacción del gobierno y de los rusos es bombardear las ciudades y los pueblos ocupados... ¿Por qué hacen este destrozo en Alepo? ¿Por qué quieren destruir esta ciudad histórica, simbólica, importante para todo el mundo? ¿Por qué el pueblo sirio debe seguir pagando, después de 14 años de sufrimiento, miseria y muerte? ¿Por qué estamos tan abandonados en este mundo, en esta injusticia insoportable?".
El arzobispo de Homs de los sirios católicos no duda en señalar "la responsabilidad de las potencias extranjeras, Estados Unidos, Rusia, Europa... Todos tienen una responsabilidad directa de lo que ha sucedido en Alepo". Un "crimen", prosigue el padre Jacques, "que representa un peligro para toda la zona" y donde la "responsabilidad directa no recae solo sobre el régimen o los grupos armados rebeldes, sino sobre la Comunidad Internacional", y sobre los "juegos políticos que todos están jugando en esta área".
"Después de la acción de estos grupos armados", dice a la Agencia Fides, "los cristianos de Alepo estarán convencidos de que no se pueden quedar en Alepo. Que para ellos ha terminado. Que ya no tienen ninguna razón para quedarse. Lo que se está haciendo en Alepo es hacer desaparecer la historia rica, grande y única de los cristianos de Alepo".