Mataron a su padre, ahora le secuestran a él: los islamistas, sin asomo de piedad

En enero fue asesinado Salman Tasir, gobernador de la provincia de Punyab, opuesto a la ley anti-«blasfemia». En marzo fue asesinado Shahbaz Bhatti, ministro para las Minorías y un único cristiano en el gobierno, por la misma razón. Y sigue pendiente el destino de Asia Bibi, condenada a muerte bajo la acusación de blasfemia.

Pero la presión islamista no cesa, y se ensaña ahora con la familia de Tasir: tras matarle a él a los 65 años el 4 de enero, han secuestrado este sábado a su hijo Shahbaz Tasir, de 27, cuando se dirigía a su trabajo. Varios hombres armados en diversos vehículos se lo han llevado cuando se bajaba momentáneamente de su vehículo y hablaba con un amigo.

Aunque hay elementos sorprendentes que la policía está investigando, como el hecho de que hubiese salido de casa sin escolta a pesar de que la familia está permanentemente amenazada por grupos islamistas, el jefe policial Fazal Hamid declaró a los medios que las pruebas apuntan al grupo islamista Devotos de Mumtaz Qadri.

Mumtaz Quadri fue precisamente el asesino de su padre, un miembro de su guardia personal que, tras acribillarle a balazos, se entregó a la policía.. El grupo de sus admiradores ha amenazado a las autoridades en caso de que sea condenado en el juicio que comenzará en las próximas semanas.

Además de oponerse a la ley, la familia Tasir había solicitado reiteradamente clemencia para Asia Bibi, símbolo internacional de la persecución que se vive en Pakistán no sólo contra los cristianos, sino también contra los musulmanes reacios a seguir las pautas islamistas.