Defendía a la condenada a muerte Asia Bibi.
Asesinan al ministro cristiano de Minorías de Paquistán, opositor de la ley antiblasfemia
Shahbaz Bhatti fue acribillado en Islamabad, casi dos meses después de que el gobernador de la provincia de Punyab, Salman Tasir, fuera asesinado.
El ministro paquistaní de Minorías, el cristiano Shahbaz Bhatti, detractor de las leyes antiblasfemia, fue asesinado hoy en Islamabad por un grupo de hombres armados, informó una fuente hospitalaria al canal televisivo Geo.
El atentado se produce casi dos meses después de que el gobernador de la provincia oriental de Punyab, el liberal Salman Tasir, fuera asesinado también en Islamabad.
Los atacantes dispararon contra el ministro, que se hallaba en su vehículo, y huyeron del lugar de los hechos. Bhatti sucumbió a sus heridas mientras era trasladado a un hospital. Las cadenas de televisión mostraron imágenes de su coche acribillado por las balas.
Las medidas de seguridad en Islamabad se han extremado después de que se conociera el atentado. Bhatti era el único ministro cristiano del Gabinete y estaba en la diana de los grupos integristas por su voluntad de reformar las leyes antiblasfemia del país. Fue uno de los mayores defensores de la campesina cristiana condenada a muerte por blasfemia, Asia Bibi, e incluso recibió en Islamabad a su marido y sus hijas para garantizarles que haría lo posible por resolver el caso.
«No tengo miedo»
El gobernador Tasir, conocido también por sus críticas a los clérigos y su oposición a estas leyes, fue asesinado por uno de sus guardaespaldas el 4 de enero en un mercado céntrico de Islamabad. Tras su muerte, tanto Bhatti como la ex ministra de Información Sherry Rehman -que extremó desde entonces las medidas de seguridad-, todos ellos del gobernante Partido Popular (PPP), quedaron al frente de la cara visible del liberalismo paquistaní.
En varias conversaciones con Efe, el ministro de Minorías, siempre cordial con los periodistas, reiteró durante los últimos meses su voluntad de enmendar las leyes antiblasfemia. «Sé que puedo ser asesinado si sigo presionando, pero no tengo miedo», dijo después del asesinato de Tasir.