Extraña actitud del episcopado brasileño ante el grave problema entre el Vaticano y China

El 14 de julio, el mismo día en que era consagrado obispo ilegítimamente José Huang Bingzhang, excomulgado por la Santa Sede dos días después, el secretario de la conferencia episcopal brasileña recibió en su sede a una delegación de la cismática Iglesia Patriótica China.

La nota del encuentro, como responde a su carácter oficial, fue publicada originariamente en la página web de la conferencia episcopal y retirada después, aunque aún puede leerse en otras fuentes. La delegación china era de un elevado nivel, pues vino encabezada por el viceministro para Asuntos Religiosos, Jiang Jianyong, al frente de otros once funcionarios de esta organización títere del partido comunista. La finalidad de la reunión, según la nota episcopal, fue "conocer el trabajo realizado por la Iglesia católica en Brasil y proponer un intercambio entre las dos conferencias episcopales"... a pesar de que, como es obvio, el Papa no reconoce a ninguna conferencia episcopal en China que no sea la católica.

El protagonista del acto fue el obispo de San Félix y secretario de los obispos brasileños, Leonardo Ulrich Steiner, y según la nota episcopal, explicó a sus huéspedes "la actuación de la Iglesia en Brasil, su estructura y funcionamiento, su dedicación especial a los pobres" y la actuación de las congregaciones religiosas "principalmente en el área social".

Monseñor Steiner es franciscano y fue nombrado en febrero de 2005 obispo de San Félix, donde sustituyó a Pedro Casaldáliga, uno de los principales exponentes de la teología de la liberación brasileña. Don Leonardo es también sobrino del cardenal Paulo Evaristo Arns, obispo emérito de Sao Paulo y todavía influyente representante del ala más progresista de la conferencia episcopal brasileña.