Fue un influyente periodista francés
André Frossard, ateo convertido y gran amigo de Juan Pablo II
Su vida cambió cuando entró en una iglesia para llamar a su amigo, cansado de esperarlo fuera, y vio la exposición del Santísimo Sacramento en el altar.
El periodista y ensayista André Frossard fue uno de los dirigentes del Partido Comunista francés y un ateo convencido. Pero en 1935 se convirtió al catolicismo. Su vida cambió cuando entró en una iglesia para llamar a su amigo, cansado de esperarlo fuera, y vio la exposición del Santísimo Sacramento en el altar.
El doctor en Comunicación Benoit Kowassi asegura que él “vio en el Santísimo Sacramento expuesto una luz, una explosión de luz y a partir de este momento entendió lo que pasaba. Dijo que sus primeras palabras fueron “vida espiritual”. Todo cambió en dos minutos”.
El influyente periodista francés redescubrió en los medios de comunicación un potente instrumento para la nueva evangelización.
“Para André Frossard lo más importante es la fe. La fe da luz al periodismo y sabor a la literatura. Dice que a partir del periodismo y la literatura podemos comunicar la fe, la Iglesia y Dios”, explica Benoit Kowassi.
Frossard tuvo una estrecha amistad con Juan Pablo II como lo prueban sus numerosos viajes a Roma. “Venía al Vaticano para encontrarse con él y también a Castelgandolfo. Así fue hasta que André Frossard murió”, cuenta Kowassi.
El periodista escribió sobre problemas morales, matrimonio y sexualidad, arte y literatura, política, religión, la vida y la muerte y el bien y el mal. Su principal obra se titula: “Dios existe, yo me lo encontré”.