Dos escenas fueron censuradas
Aparecen fotogramas de «Frankenstein» en el Vaticano
El hecho sirve a «L´Osservatore Romano» para recordar el gran misterio al que se asoma la película.
L´Osservatore Romano informa este sábado de la aparición en los archivos de la Filmoteca Vaticana de varios fotogramas de la película Frankenstein, rodada en 1931 por James Whale sobre la novela original escrita por Mary Shelley en 1818, y que interpretó el actor Boris Karloff, en su más personal caracterización.
La censura eliminó varias escenas, que sólo en los años 80 se recobraron para completar la versión íntegra del film.
En una de ellas, el doctor Frankenstein, creador del monstruo, proclama, enloquecido: "¡Ahora sé qué es ser como Dios!". Se entendió entonces que la expresión podía resultar blasfema a oídos del público, y de hecho en algunos pases hubo personas que abandonaron la sala.
La otra es una de las escenas más célebres de la historia del cine, aquella en la que el monstruo se encuentra con una niña, con la que intercambia flores. Parece que la bestia fabricada con retales de cadáveres alberga sentimientos delicados, hasta que despierta el criminal que lleva dentro y asesina a la pequeña. El momento del crimen también se consideró excesivamente duro para el espectador de la época.
Al tiempo que informa del hecho, el diario oficioso vaticano publica una revisión del film a cargo de Claudia di Giovanni, quien destaca que su propia grandeza artística permite una variedad enorme de claves de lectura: el hombre desafiando las leyes de la vida y de la muerte, la creación de un monstruo deforme en cuerpo y alma, el rechazo a quien es diferente, el dolor de existir sin amor y sin amistad, la caza del hombre..."
En el fondo, concluye Di Giovanni, "la criatura se convierte realmente en monstruosa cuando comprende que su deseo de ser amado no se puede realizar, y el monstruo sólo se convierte realmente en tal por la desmedida ambición de su creador".