En el Vaticano
Benedicto XVI bendice la música española
La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias ofreció un concierto a Benedicto XVI, quien dijo que su música había permitido «transferir un trozo de España al Vaticano».
«Este espléndido concierto nos ha dado la posibilidad de hacer un viaje interior, llevados por la música, a través del folclore, los sentimientos y el corazón mismo de España, y nos ha transmitido también un poco del hondo y rico carácter de la población española, y particularmente asturiana», dijo el papa hablando en español al final del mismo.
Además de la nutrida presencia de españoles en el Aula Pablo VI –donde se celebró– se escucharon obras de los compositores españoles Manuel de Falla e Isaac Albéniz, y del alemán Richard Strauss y el ruso Nikolai Rimsky-Korsakov, «fascinados por la manera de ser española, así como la manera de componer e interpretar música», subrayó el Papa.
El obispo de Roma, que dijo haber «disfrutado», señaló que las obras elegidas tenían una característica común: la capacidad de comunicar musicalmente sentimientos, emociones, el tejido diario de la vida». «Y esto porque quienes componen siguiendo la manera española funden en armonía los elementos del folclore y de la canción popular, que pasan a convivir con lo que llamamos ‘‘música culta’’», añadió.
La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias estuvo dirigida por el maestro chileno Maximiliano Valdés, quien fue su director durante 16 años y que afirmó que era «un regalo, un honor y un lujo» poder tocar en el Vaticano, que desde siempre fue su máxima aspiración. «Le presentamos tres programas diferentes y eligió uno. La única condición que puso es que deseaba escuchar música española, contemporánea y ningún réquiem. Benedicto XVI es pianista y un gran entendido de música y conoce la española», dijo Valdés.
Además de la nutrida presencia de españoles en el Aula Pablo VI –donde se celebró– se escucharon obras de los compositores españoles Manuel de Falla e Isaac Albéniz, y del alemán Richard Strauss y el ruso Nikolai Rimsky-Korsakov, «fascinados por la manera de ser española, así como la manera de componer e interpretar música», subrayó el Papa.
El obispo de Roma, que dijo haber «disfrutado», señaló que las obras elegidas tenían una característica común: la capacidad de comunicar musicalmente sentimientos, emociones, el tejido diario de la vida». «Y esto porque quienes componen siguiendo la manera española funden en armonía los elementos del folclore y de la canción popular, que pasan a convivir con lo que llamamos ‘‘música culta’’», añadió.
La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias estuvo dirigida por el maestro chileno Maximiliano Valdés, quien fue su director durante 16 años y que afirmó que era «un regalo, un honor y un lujo» poder tocar en el Vaticano, que desde siempre fue su máxima aspiración. «Le presentamos tres programas diferentes y eligió uno. La única condición que puso es que deseaba escuchar música española, contemporánea y ningún réquiem. Benedicto XVI es pianista y un gran entendido de música y conoce la española», dijo Valdés.
Comentarios