Nada que temer el 12 de diciembre de 2012
La predicción maya del fin del mundo: un error de interpretación
Los mayas no tenían la concepción del fin del mundo, por su visión cíclica. Para ellos no se produciría una catástrofe sino sólo un cambio de época.
No son pocas las veces en las que se ha anunciado no solo la inminencia del fin del mundo, sino también una fecha específica. Una de estas tantas predicciones es la de la civilización maya, anunciada para el 12 de diciembre de 2012. O al menos eso es lo que se creía hasta ahora.
Orlando Casares, un arqueólogo del Instituto de Antropología e Historia de México (INAH), interpreta que en la fecha anunciada por los mayas no se produciría una catástrofe, sino sólo un cambio de época. Es decir, se trataría de un error histórico de interpretación.
El arqueólogo y uno de los curadores de la exposición "La sociedad y el tiempo maya" que se exhibe en el Museo del Oro de Bogotá, explicó a Efe que la base de la medición temporal de esta antigua cultura era la observación de los astros.
Se fijaban, por ejemplo, en los movimientos cíclicos del sol, la luna o venus, y de la misma forma medían sus eras, que tenían un principio y un final.
"Para los mayas no existía la concepción del fin del mundo, por su visión cíclica", especificó Casares, que aclaró: "La era cuenta con 5.125 días, cuando ésta acaba, comienza otra nueva, lo que no implica que durante ese momento vayan a ocurrir catástrofes; simplemente los hechos cotidianos, que pueden ser buenos o malos, vuelven a repetirse".
Su sistema de medición del tiempo
Para que no haya lugar a dudas, en la exposición del Museo del Oro se explica el elaborado sistema de medición temporal de esta civilización.
"Un año de los mayas se dividía en dos partes: un calendario que hablaba de las actividades cotidianas, la agricultura, prácticas ceremoniales, caseras o domésticas, de 365 días y llamado ´Haab´; pero por otro lado existía otro, más pequeño, de 260 días, que regía la vida ritual, el ´Tzolkin´", agregó Casares.
La mezcla de ambos calendarios permitía a los ciudadanos organizarse. De esta forma, por ejemplo, el granjero podía ir a sembrar, pero sabía que tenía que preparar otras festividades de sus deidades, es decir, "no podían separar lo religioso de lo cotidiano".
Ambos calendarios formaban la Rueda Calendárica, cuyo ciclo era de 52 años, es decir, el tiempo que los dos tardaban en coincidir en el mismo día.
Para calcular períodos más grandes utilizaban la Cuenta Larga, dividida en varias unidades de tiempo, de las cuales la más importante es el "baktun" (período de 144.000 días); en la mayoría de las ciudades 13 "baktunes" constituían una era y, según sus cálculos, el 22 de diciembre de 2012 terminará la presente.
Con esta explicación quieren demostrar que el bulo que corría por el mundo acerca de la predicción de los mayas no está basado en hechos arqueológicos, sino en fallos, "intencionados o no", de interpretación de los objetos encontrados de esta civilización.
Orlando Casares, un arqueólogo del Instituto de Antropología e Historia de México (INAH), interpreta que en la fecha anunciada por los mayas no se produciría una catástrofe, sino sólo un cambio de época. Es decir, se trataría de un error histórico de interpretación.
El arqueólogo y uno de los curadores de la exposición "La sociedad y el tiempo maya" que se exhibe en el Museo del Oro de Bogotá, explicó a Efe que la base de la medición temporal de esta antigua cultura era la observación de los astros.
Se fijaban, por ejemplo, en los movimientos cíclicos del sol, la luna o venus, y de la misma forma medían sus eras, que tenían un principio y un final.
"Para los mayas no existía la concepción del fin del mundo, por su visión cíclica", especificó Casares, que aclaró: "La era cuenta con 5.125 días, cuando ésta acaba, comienza otra nueva, lo que no implica que durante ese momento vayan a ocurrir catástrofes; simplemente los hechos cotidianos, que pueden ser buenos o malos, vuelven a repetirse".
Su sistema de medición del tiempo
Para que no haya lugar a dudas, en la exposición del Museo del Oro se explica el elaborado sistema de medición temporal de esta civilización.
"Un año de los mayas se dividía en dos partes: un calendario que hablaba de las actividades cotidianas, la agricultura, prácticas ceremoniales, caseras o domésticas, de 365 días y llamado ´Haab´; pero por otro lado existía otro, más pequeño, de 260 días, que regía la vida ritual, el ´Tzolkin´", agregó Casares.
La mezcla de ambos calendarios permitía a los ciudadanos organizarse. De esta forma, por ejemplo, el granjero podía ir a sembrar, pero sabía que tenía que preparar otras festividades de sus deidades, es decir, "no podían separar lo religioso de lo cotidiano".
Ambos calendarios formaban la Rueda Calendárica, cuyo ciclo era de 52 años, es decir, el tiempo que los dos tardaban en coincidir en el mismo día.
Para calcular períodos más grandes utilizaban la Cuenta Larga, dividida en varias unidades de tiempo, de las cuales la más importante es el "baktun" (período de 144.000 días); en la mayoría de las ciudades 13 "baktunes" constituían una era y, según sus cálculos, el 22 de diciembre de 2012 terminará la presente.
Con esta explicación quieren demostrar que el bulo que corría por el mundo acerca de la predicción de los mayas no está basado en hechos arqueológicos, sino en fallos, "intencionados o no", de interpretación de los objetos encontrados de esta civilización.
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