«Alexia, la película» se estrena el 13 de mayo
«La Alexia real era más interesante que Camino», dice el director Pedro Delgado
Los testigos que la conocieron reflejan sus virtudes heróicas; sufrió tres episodios de acoso diabólico, e interpela con su entereza a una sociedad narcisista. "Alexia, la película" da luz a la vida de la joven sierva de Dios.
Pedro Delgado ha sido el guionista y director de "Alexia" (www.alexialapelicula.com) , un emotivo documental que recorre la vida de la joven sierva de Dios Alexia González-Barros (www.alexiagb.org) , que falleció en 1985 a los 14 años dando muestras de fe, entereza y alegría en la enfermedad.
En 2009 recibió 6 premios Goya la película de ficción "Camino", dirigida por Javier Fesser, basada en el caso real de Alexia, pero aquí la niña protagonista no mantiene la fe: era una Alexia de-construida. Su productor, Jaume Roures, un rico empresario (que se define como marxista), dijo al recoger uno de los premios ante telespectadores de toda España: "Nos cuesta mucho sacarnos de encima los sentimientos de culpa que nos imponen cuando somos pequeños". Y en otra ocasión: "Para amargarnos nos casamos, tenemos hijos adolescentes... y tenemos al Opus Dei".
La familia de Alexia pidió ya en 2008 que se retirase de la película "Camino" su mensaje final: «A la memoria de Alexia González-Barros, fallecida en Pamplona en 1985, y, actualmente, en proceso de beatificación». Los responsables de la película se negaron. Los hermanos de Alexia emitieron un comunicado el 24 de septiembre de 2008 protestando. "Tal decisión es responsabilidad exclusiva de quien pudiendo haber evitado esa presencia, que ahora ya sabía indeseada, del nombre y circunstancias personales de Alexia en un producto que llama a la confusión, ha preferido servirse de ella revistiéndola bajo la condición de un supuesto homenaje lo que resulta a todas luces opuesto frontalmente a cuanto Alexia encarna".
Pedro Delgado afirma que no ha realizado ahora su nueva película contra nadie ni nada, pero sí que "la figura de Alexia estaba desaprovechada y su entorno oscurecido". La Alexia real merecía ser conocida. Entrevistamos a Pedro Delgado en el colegio Jesús Maestro de Madrid, donde estudió la joven sierva de Dios y donde se la recuerda con cariño.
- ¿Cómo se interesó usted en Alexia?
- Soy Miembro de la Academia de Cine. Los académicos tenemos que ver muchas películas, que luego se votan en los Premios Goya. Yo no tenía ninguna gana de ver una película como "Camino", de Fesser, sobre una niña con cáncer. Ya tenía bastante cáncer en mi entorno esos días. Un pariente mío había fallecido de cáncer y otros dos estaban enfermos, pasábamos mucho tiempo en visitas y hospitales. Pero al final decidí verla porque pensé que mis alumnos me preguntarían qué opinaba. Yo no sabía nada de Alexia. Como la película acaba con una dedicatoria "A la memoria de Alexia González Barros, en proceso de beatificación", decidí saber algo más. En un libro vi su cara, que me gustó, con su mirada inteligente. Y leí ese libro y otros sobre ella. Lo que leí no tenía nada que ver con "Camino".
- ¿Qué descubrió?
- Descubrí que la realidad, la Alexia real, era mucho más interesante que "Camino". Yo no he hecho este documental contra nadie: he rodado "Alexia" porque el personaje es atractivo y me parecía desaprovechado. Y la familia de Alexia, sus anécdotas, en la realidad no se parecen nada a lo que se ve en "Camino". Accedí a la familia a través de Ninfa Watt y otros amigos. Al principio estaban algo reacios: yo era de la Academia del Cine, que había dado 6 Goyas a "Camino". Les dije que en la Academia hay de todo, como en botica.
- Como cineasta, ¿cuál es su valoración de la película de Fesser?
- Como cine está muy bien hecho, sin duda. No conozco personalmente a Fesser ni he hablado con él. No me gusta incomodar. Mi sensación personal es que probablemente es cierto que él no intentaba agraviar a la familia. Pero en una película hay muchas manos, no solo un director. El director se debe al productor, por ejemplo.
- ¿Quiere decir que la carga hostil contra el Opus o la Iglesia la puso Jaume Roures, el presidente de MediaPro?
- Mmmm... Bueno, cuando salió a recibir el Premio Goya parecía muy implicado emocionalmente, ¿no? Su discurso parecía un alegato muy personal contra el Opus. Yo no soy del Opus, en cualquier caso.
- A usted lo que le ha implicado entonces es la niña, Alexia.
- Me fascinó, y ¡estaba tan desaprovechada su figura! Y todo su entorno oscurecido. Por ejemplo, no era una familia pija. Era una familia acomodada, pero numerosa y muy viajera, así que viajaban de forma muy espartana. Me recordaban a la Familia Trapp, viviendo en austeridad, enseñando a los niños el valor de cada cosa.
- ¿Ha visto el documental Campamento Jesús? Va de niños pentecostales americanos, que quieren ser santos, buenos cristianos... pero las cineastas, que dicen buscar un enfoque neutro, le ponen música siniestra para dar miedo.
- No lo he visto, pero no me digas más, que con lo de la música ya me lo dices todo. Conozco la espiritualidad carismática desde hace muchos años y no es nada que dé miedo. Aquí hay otro tema de fondo, que es la santidad de los niños. Mucha gente no entiende lo que significa tener las "virtudes heróicas" que se requieren para ser venerable. El proceso canónico es muy exigente.
- ¿Niños santos?
- El documento "Lumen Gentium" del Vaticano II reconocía la llamada a la santidad de todos los cristianos, en sus estados y naturaleza. Eso incluye adultos y niños. El niño tiene su comprensión de Dios, según su edad y naturaleza. Pensemos, por ejemplo, en la devoción a la Virgen Niña, que nos explica mucho. Un niño santo sería similar, diría: "Señor, confío en Ti, haz de mí lo que quieras". Que es lo que decía Alexia.
- Algunos ateos militantes, como Dawkins, dicen que transmitir la fe a los hijos es una forma de abuso.
- Los padres pueden y deben servir de modelo a los hijos. Pueden decir: "hago esto, hijo, porque esta es mi fe". Lo que vives en casa es lo que de verdad se transmite. Los niños se mueven por modelos, y los padres de Alexia tenían mucho de modélicos. Si Alexia se convirtió en un ser especialísimo no fue sólo por la enfermedad. ¡El hospital no siempre nos hace ser mejores! La vivencia de Alexia en su familia fue importante. En sus momentos más duros, dejó entrever su enorme vida interior, su fe profunda, y ahí están sus virtudes heróicas.
- El cine, arte de lo visible, ¿puede transmitir esa vida interior, invisible?
- No, pero puede dar señales de ella. En nuestra película el narrador (que a veces representa a Alexia y otras a Hugo, su ángel de la guarda) no puede hablar de las virtudes de la niña. Lo hacen los testigos reales, los que la conocieron: sus médicos, enfermeros, confesores. O los expertos, como el demonólogo.
- ¿Un demonólogo?
- Sí, el padre José Antonio Fortea, experto en demonología y exorcismos. Le presentamos la documentación y confirmó que Alexia sufrió tres momentos claros de acoso diabólico. Fortea fue contundente en la entrevista. Esos tres casos de acoso sugieren que el alma de Alexia ya estaba en un estadio elevado. De hecho, otras personas se asustaron, pero ella permaneció serena.
- ¿Qué significa Alexia en nuestra época de narcisismo e inmadurez?
- Ella es un revulsivo, claro. Puede incomodar porque recuerda el llamado de todos a la santidad. Por otra parte, al final ya tenía 14 años, empezaba a bordear la vida adulta. Puede ser un modelo para adolescentes, pero como resultado de una presencia de Dios "in crescendo". Cuando vemos lo que ella dice a Jesús siendo niña no son frases aisladas o repetidas, es una relación con la presencia de Dios.
- En el documental hay dos narradores, Alexia y "su ángel"...
- No queríamos nada ñoño. Después de cuatro storyboards, y estando ya en rodaje, nos pareció que el narrador neutro era demasiada serio. Y decidí: Richard del Olmo, nuestro narrador, puede ser Hugo, el ángel de Alexia; y una voz femenina puede ser ella. Buscamos a Miriam Fernández y pedimos nuevos insertos a Richard, y el resultado es que así conseguimos un nivel de ficcionalidad que no tienen muchos documentales.