Hay brasileños, franceses, irlandeses...
Rezan, celebran misa… y están en el top ten de la música
Son sacerdotes pero han tocado las mieles del éxito gracias a la música de contenido religioso.
Corría el año 1998 cuando un joven sacerdote brasileño decidió grabar su primer disco. Fue en vivo y llevó por nombre «Músicas para louvar ao Senhor» («Canciones para Alabar al Señor»). Al año siguiente salió otro disco más y, poco después, además de más discos, incluso dos películas.
El brasileño Marcelo Rossi
En 2002 recibiría el famoso premio Grammy de la música, en la categoría de Gospel. Su nombre es Marcelo Rossi y es el súper ventas de la música en Brasil (incluso por encima de cantantes como Madonna, Britney Spears o Elthon John).
En 1999 salió el disco Abba Pater, de Juan Pablo II. Éxito en ventas. No era para menos: se trataba de la primera vez que un Papa estaba asociado al mundo de la música de un modo estrechísimo.
Les Pretes
Con el pasar de los años otros han retomado la batuta y los resultados han superado cualquier expectativa. En Francia, por ejemplo, ha sido todo un suceso el trío de clérigos católicos que han tenido a bien llamarse «Les Pretes». Medio millón de copias ponen de manifiesto el éxito logrado con su peculiar gregoriano-pop.
Contra lo que se puede pensar, detrás de los padres Jean-Michel Bardet y Charles Troesch, y del seminarista Dinh Nguyen, ha estado un manager singular: monseñor Jean-Michel di Falco, obispo de la diócesis de Gap, precisamente a la que pertenece el trío.
La idea nació así, según narra el mismo obispo de Gap: «Buscaba fondos para conseguir material didáctico adecuado para una escuela en Madagascar y para construir una iglesia cercana al santuario de Notre Dame de Laus, en el valle del Avance. Un amigo me contó del éxito que tuvo The Priest y busqué en la diócesis sacerdotes buenos en el canto».
Así nació «Les Pretes» y el disco Spiritus Dei que en sólo cuatro meses vendió más de 300 mil copias en Francia. Canciones como Amazing Grace, el Ave María, de Händel, o la homónima Spitus Dei, llegaron al top ten musical.
«La idea nos fascinó, nos llevó al amor por la música que teníamos antes de abrazar el sacerdocio», dijo el padre Bardet, de 47 años. Y continuó: «Pero el objetivo permanece: reunir fondos; y nuestra prioridad queda: ser sacerdotes. El éxito es bello, pero efímero. ¿Haremos otro disco? Para otras necesidades, ¿por qué no?», recogía el diario Avvenire (cf. 07.11.2010).
The Priest
Y quiénes son ese otro trío al que alude monseñor di Falco, quiénes son The Priest.
Se trata de los hermanos sacerdotes Eugene y Martin O´Hagan y del padre David Delargy. Originarios de Irlanda del Norte, irrumpieron en la lista de la así llamada «biblia de la música», Billboard, en 2008, con «Pie Jesu» (composición de Andrew Lloyd Webber). Su éxito no sólo fue europeo. En más de 32 países se escuchó con éxito su disco, una mezcla de lírica y música sacra. Aquel material tenía una amplia vocación: “Nuestra música no es sólo para los que tienen fe, sino también para las personas que no creen, pensamos que puede servir para tender puentes, dar ánimo, y tal vez reavivar la fe”, declaró el padre Delargey a la agencia EFE.
Como en el caso de «Les Pretes», el dinero recaudado fue a parar a proyectos de solidaridad católica y también ha servido para ayudar a sacerdotes en dificultad en su diócesis (se puede conocer más acerca de ellos en http://www.thepriests.com/es).
Un artículo del portal ForumLibertas.com (cf. 03.10.2008) describía así la trayectoria de The Priest: «…el trío ha recorrido una larga y peculiar trayectoria musical, que arranca en 1974, cuando los hermanos O´Hagan, que habían “mamado” la música desde la infancia, conocen a Delargey y comienzan a cantar juntos.
Juntos estudiaron en un instituto religioso irlandés, donde aseguran que se “abrió” su sentido para la música (no sólo sacra), y, posteriormente, siguieron aprendiendo en el Irish College de Roma, donde cantaron en varias ocasiones ante el papa Juan Pablo II.
Hace doce años se plantearon grabar un disco, ante las peticiones de amigos y fieles, pero no disponían de recursos para financiarlo, así que renunciaron a la idea.
Hasta que, el pasado marzo (de 2007, ndr), grabaron una maqueta de los tres, cantando juntos o por separado, y la mandaron a la discográfica Sony BMG, que estaba buscando a un sacerdote que cantara música sacra: “Nosotros les ofrecimos tres, y se mostraron encantados con lo que oyeron; así que rápidamente nos contactaron para firmar el contrato para el disco”, cuenta Eugene O´Hagan».
Han tenido claro que “la vida sacerdotal va en primer lugar” y no pueden dedicarse “exclusivamente a la música, también recordaba ForumLibertas.com.
La experiencia de The Priest estuvo acompañada por la de otros religiosos católicos, ahora de unos monjes austriacos que en Inglaterra ocuparon el sexto lugar, en Austria el séptimo, en Estados Unidos el noveno y en España el diecisiete del rank musical. En el hit parade se codearon con Amy Winehouse, Duffy, Usher o Madonna. Y lo más increíble es que además de ser su primer material fonográfico, el género musical de sus interpretaciones rara vez ha llegado a tales alturas.
Cistercian Monks
Se trata de los cistercian monks (monjes cistercienses) y su Chant music for Paradise (www.chantmusicforparadise.com) producido por Universal Music. ¿Cómo llegó un coro católico de monjes austriacos al top ten de la música pop internacional?
Todo comenzó en febrero de 2008 cuando Universal Music colocó convocatorias en diversos periódicos religiosos de varios países. La meta era encontrar a los artistas capaces de grabar un disco de gregoriano para ese sello disquero. La respuesta, tanto de individuos como de grupos, dejó boquiabierto a Tom Lewis, responsable de la sección de música clásica y jazz de Universal.
Justo el día que finalizaba la recepción de materiales llegó a la cuenta de correo electrónico un mensaje firmado por un tal “padre Karl”. El contenido era lo más escueto que se había recibido: un enlace a YouTube.
El video “colgado” en el famoso portal presentaba a los monjes de la abadía de Stift Heiligenkreuz en Austria. La consecuencia de haber abierto el link fue el disco.
¿Dónde ha radicado el éxito del cedé? Según el mismo Lewis, quien domina el tema, “La música gregoriana sigue ritmos cíclicos. Se vende mucho en los momentos de crisis económica y menos en aquellos de “boom”. Quizá, cuando estamos preocupados y bajo el yugo de miles de tensiones durante el día, al regresar a casa por la tarde buscamos un poco de paz y este canto para alabar a Dios nos ayuda”.
Desde luego aquellas experiencias no han sido las únicas. Cómo no recordar el disco que en 2009 sacara nada menos que el Papa Benedicto XVI, «Alma Mater - Music From The Vatican». Al ser uno de los discos de música clásica más vendidos en 2009, The Classical British Awards lo nominó a disco del año.
Los protagonistas de estas historias son sacerdotes católicos; sacerdotes que han sabido aprovechar la música como vehículo de evangelización y como canal para hacer el bien a personas que lo necesitan. Son ante todo hombres de oración y también de top ten.
El brasileño Marcelo Rossi
En 2002 recibiría el famoso premio Grammy de la música, en la categoría de Gospel. Su nombre es Marcelo Rossi y es el súper ventas de la música en Brasil (incluso por encima de cantantes como Madonna, Britney Spears o Elthon John).
En 1999 salió el disco Abba Pater, de Juan Pablo II. Éxito en ventas. No era para menos: se trataba de la primera vez que un Papa estaba asociado al mundo de la música de un modo estrechísimo.
Les Pretes
Con el pasar de los años otros han retomado la batuta y los resultados han superado cualquier expectativa. En Francia, por ejemplo, ha sido todo un suceso el trío de clérigos católicos que han tenido a bien llamarse «Les Pretes». Medio millón de copias ponen de manifiesto el éxito logrado con su peculiar gregoriano-pop.
Contra lo que se puede pensar, detrás de los padres Jean-Michel Bardet y Charles Troesch, y del seminarista Dinh Nguyen, ha estado un manager singular: monseñor Jean-Michel di Falco, obispo de la diócesis de Gap, precisamente a la que pertenece el trío.
La idea nació así, según narra el mismo obispo de Gap: «Buscaba fondos para conseguir material didáctico adecuado para una escuela en Madagascar y para construir una iglesia cercana al santuario de Notre Dame de Laus, en el valle del Avance. Un amigo me contó del éxito que tuvo The Priest y busqué en la diócesis sacerdotes buenos en el canto».
Así nació «Les Pretes» y el disco Spiritus Dei que en sólo cuatro meses vendió más de 300 mil copias en Francia. Canciones como Amazing Grace, el Ave María, de Händel, o la homónima Spitus Dei, llegaron al top ten musical.
«La idea nos fascinó, nos llevó al amor por la música que teníamos antes de abrazar el sacerdocio», dijo el padre Bardet, de 47 años. Y continuó: «Pero el objetivo permanece: reunir fondos; y nuestra prioridad queda: ser sacerdotes. El éxito es bello, pero efímero. ¿Haremos otro disco? Para otras necesidades, ¿por qué no?», recogía el diario Avvenire (cf. 07.11.2010).
The Priest
Y quiénes son ese otro trío al que alude monseñor di Falco, quiénes son The Priest.
Se trata de los hermanos sacerdotes Eugene y Martin O´Hagan y del padre David Delargy. Originarios de Irlanda del Norte, irrumpieron en la lista de la así llamada «biblia de la música», Billboard, en 2008, con «Pie Jesu» (composición de Andrew Lloyd Webber). Su éxito no sólo fue europeo. En más de 32 países se escuchó con éxito su disco, una mezcla de lírica y música sacra. Aquel material tenía una amplia vocación: “Nuestra música no es sólo para los que tienen fe, sino también para las personas que no creen, pensamos que puede servir para tender puentes, dar ánimo, y tal vez reavivar la fe”, declaró el padre Delargey a la agencia EFE.
Como en el caso de «Les Pretes», el dinero recaudado fue a parar a proyectos de solidaridad católica y también ha servido para ayudar a sacerdotes en dificultad en su diócesis (se puede conocer más acerca de ellos en http://www.thepriests.com/es).
Un artículo del portal ForumLibertas.com (cf. 03.10.2008) describía así la trayectoria de The Priest: «…el trío ha recorrido una larga y peculiar trayectoria musical, que arranca en 1974, cuando los hermanos O´Hagan, que habían “mamado” la música desde la infancia, conocen a Delargey y comienzan a cantar juntos.
Juntos estudiaron en un instituto religioso irlandés, donde aseguran que se “abrió” su sentido para la música (no sólo sacra), y, posteriormente, siguieron aprendiendo en el Irish College de Roma, donde cantaron en varias ocasiones ante el papa Juan Pablo II.
Hace doce años se plantearon grabar un disco, ante las peticiones de amigos y fieles, pero no disponían de recursos para financiarlo, así que renunciaron a la idea.
Hasta que, el pasado marzo (de 2007, ndr), grabaron una maqueta de los tres, cantando juntos o por separado, y la mandaron a la discográfica Sony BMG, que estaba buscando a un sacerdote que cantara música sacra: “Nosotros les ofrecimos tres, y se mostraron encantados con lo que oyeron; así que rápidamente nos contactaron para firmar el contrato para el disco”, cuenta Eugene O´Hagan».
Han tenido claro que “la vida sacerdotal va en primer lugar” y no pueden dedicarse “exclusivamente a la música, también recordaba ForumLibertas.com.
La experiencia de The Priest estuvo acompañada por la de otros religiosos católicos, ahora de unos monjes austriacos que en Inglaterra ocuparon el sexto lugar, en Austria el séptimo, en Estados Unidos el noveno y en España el diecisiete del rank musical. En el hit parade se codearon con Amy Winehouse, Duffy, Usher o Madonna. Y lo más increíble es que además de ser su primer material fonográfico, el género musical de sus interpretaciones rara vez ha llegado a tales alturas.
Cistercian Monks
Se trata de los cistercian monks (monjes cistercienses) y su Chant music for Paradise (www.chantmusicforparadise.com) producido por Universal Music. ¿Cómo llegó un coro católico de monjes austriacos al top ten de la música pop internacional?
Todo comenzó en febrero de 2008 cuando Universal Music colocó convocatorias en diversos periódicos religiosos de varios países. La meta era encontrar a los artistas capaces de grabar un disco de gregoriano para ese sello disquero. La respuesta, tanto de individuos como de grupos, dejó boquiabierto a Tom Lewis, responsable de la sección de música clásica y jazz de Universal.
Justo el día que finalizaba la recepción de materiales llegó a la cuenta de correo electrónico un mensaje firmado por un tal “padre Karl”. El contenido era lo más escueto que se había recibido: un enlace a YouTube.
El video “colgado” en el famoso portal presentaba a los monjes de la abadía de Stift Heiligenkreuz en Austria. La consecuencia de haber abierto el link fue el disco.
¿Dónde ha radicado el éxito del cedé? Según el mismo Lewis, quien domina el tema, “La música gregoriana sigue ritmos cíclicos. Se vende mucho en los momentos de crisis económica y menos en aquellos de “boom”. Quizá, cuando estamos preocupados y bajo el yugo de miles de tensiones durante el día, al regresar a casa por la tarde buscamos un poco de paz y este canto para alabar a Dios nos ayuda”.
Desde luego aquellas experiencias no han sido las únicas. Cómo no recordar el disco que en 2009 sacara nada menos que el Papa Benedicto XVI, «Alma Mater - Music From The Vatican». Al ser uno de los discos de música clásica más vendidos en 2009, The Classical British Awards lo nominó a disco del año.
Los protagonistas de estas historias son sacerdotes católicos; sacerdotes que han sabido aprovechar la música como vehículo de evangelización y como canal para hacer el bien a personas que lo necesitan. Son ante todo hombres de oración y también de top ten.
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