Recordando a un amigo
Oremos por el alma de D. Javier Sánchez
El pasado sábado 11 de septiembre de 2021, falleció el sacerdote y bloguero, D.Javier Sánchez Martínez. Nació en Palma de Mallorca, pero se sentía profundamente sevillano. Fue ordenado el 26 de junio de 1999 en la diócesis de Córdoba, donde ejerció el ministerio sacerdotal en varias parroquias.
También realizó actividades en el Centro de Orientación Familiar de Lucena (Córdoba). Entre sus actividades, resaltan la predicación de retiros, Ejercicios espirituales a seglares, religiosas y gran diversidad de seminarios. Fue profesor del I.S.CC.RR. "Victoria Díez". Impartió cursos de formación litúrgica, formación permanente de religiosas y vida consagrada, y fue miembro del Equipo diocesano de Liturgia. Era una persona que daba gran valor al conocimiento y vivencia de la Liturgia, publicando en distintas revistas como "Pastoral Litúrgica" y boletines de formación de ANE Y ANFE. Su formación era amplia y profunda: Licenciado en Ciencia Religiosas por la Facultad de Teología de Granada; Diplomado en Teología espiritual por el Instituto de Espiritualidad a distancia “Teresianum”; y Licenciado en Liturgia por la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid.
Desde julio del 2019 estuvo ejerciendo como bloguero en Religión en Libertad, realizando gran cantidad de artículos centrados principalmente en su pasión: la Liturgia, que era su pasión y misión. Para él era importante que los católicos conociéramos la Liturgia, porque de otra forma no podríamos participar y hacer nuestras, las celebraciones a las que asistimos. Aparte de su blog en Religión en Libertad, también publicaba sus textos en un blog personal: Corazón Eucarístico de Jesús, el Sagrario. Hace un par de años, decide iniciar la andadura de un nuevo blog en el portal Infocatólica.
En el primer artículo de su blog personal, nos comenta que: “En el Sagrario lo tenemos todo. Allí Cristo nos recibe y acoge en la totalidad de lo que somos, entregándonos su luz, gracia y presencia. El abandono de la piedad eucarística es un empobrecimiento en la vida eclesial. Cristo está allí. Ofrezcámosle nuestro amor y reparación.” El centro de la devoción y cercanía de Dios era precisamente este elemento fundamental de nuestros templos. En su post “Lo bueno que es rezar en el Sagrario” del 20/5/20, nos dice que “El Sagrario, el Sagrario mismo, todo Sagrario, es el Corazón eucarístico de Jesús ofreciendo su amor y esperando nuestro amor. El Sagrario es el mismo Corazón de Jesús. En el Sagrario late ese amor divino y vivificante, en el Sagrario, tan cercano, en cada iglesia, podemos encontrar el Amor verdadero.” Sin duda, la Liturgia encuentra su foco y centro, en el lugar donde el Señor reposa sacramentalmente. El lugar donde sacramentalmente nos espera y llama.
Tuve la gracia de conocer a D. Javier gracias a su blog personal, concretamente a principios de octubre del 2009. D. Javier había escrito un interesante post titulado “Sangre y Agua (Padres de la Iglesia - II)”. Este post dio pie a mi primer comentario en su blog. Desde entonces estuve leyendo muchos años sus post y comentado de vez en cuando. Desgraciadamente, Google cambió las condiciones de publicación y se me hizo complicado comentar sus estupendos textos. En octubre del 2011 tuve la gracia de conocerle en vivo, ya que lo visité en Palma del Río. Hablamos de muchas cosas, pero sobre todo de las oportunidades que las redes sociales ofrecen para evangelizar. Nos unía la admiración profunda por San Agustín, los Padres de la Iglesia y la veneración de la Liturgia. Estos diez años han pasado como un suspiro.
Su gran humanidad y también, su alto sentido de la santidad, le impulsan a seguir adelante en su ministerio. Encuentra tiempo para escribir a tiempo y destiempo. Lamentablemente una enfermedad fatal le pone todo muy complicado hace unos 4 años. Tras un tiempo de lucha y padecimientos, creímos que había vencido la enfermedad, pero el Señor tenía otros planes para él. El hombre propone y Dios dispone. Se nos olvida que nuestros planes son únicamente eso, planes. Sin que casi nadie supiera el agravamiento de su enfermedad, nos dejó por sorpresa. Pero no debemos refugiarnos en la tristeza, sino en la Esperanza. Seguro que el Señor le tiene cerca para que le ayude a recordarnos el valor incalculable de la Liturgia y la necesidad de hacer presentes en nuestras vidas a los Padres de la Iglesia.
Oremos por su alma y para que otras personas se hagan cargo de la misión de divulgar la importancia y centralidad de la Liturgia. Descanse en paz en brazos del Señor.