¿Qué hago si mi hijo(a) me pide bailar en TIK TOK?

En estos días, es muy común el uso de esta famosa aplicación, en especial por parte de los adolescentes y niños. Sin embargo, los adultos no han quedado indiferentes a la misma y también han terminado por engancharse a esta adictiva red social que se utiliza a través del teléfono móvil.

 ¿Qué es tik tok y por qué engancha tanto?

TikTok consiste básicamente en crear historias a través de una pequeña actuación en un vídeo que dura de unos 15 a 60 segundos. La aplicación cuenta con diferentes herramientas de edición y filtros muy intuitivas y fáciles de utilizar. 

Esta aplicación resulta atractiva pues se tratan de videos cortos, en donde no sólo se utiliza para realizar números de baile o musicales sino también algunas parodias, bromas o playbacks que causan gracia a la mayoría de sus espectadores.

 ¿Tiene efectos negativos o algún peligro para los usuarios?

 Algunos sicólogos han encontrado los siguientes contras:

• Los niños pueden engancharse y pasar varias horas haciendo y viendo vídeos. 
• Al igual que en otras redes sociales, en TikTok también puedes conseguir seguidores. El deseo de conseguir llegar a "ser alguien el TikTok" puede provocar que los niños muestren imágenes demasiado llamativas o sexualizadas para llamar la atención.
• Sí, si un niño tiene su perfil abierto, cualquiera puede acceder al material mostrado en su cuenta de TikTok. Recordemos que los groomers son aquellos adultos que tratan de captar a niños a través de Internet con fines ilícitos.
• TikTok es también pasto del ciberbullying y por ese motivo también habrá que controlarlo.

 ¿Un católico debería usar esta red social de moda?

Creo que como católicos sabemos, que debemos tener cuidado con las modas que se nos ofrecen a diario. En este caso tenemos que hacer un adecuado discernimiento de que redes sociales nos edifican y cuales pueden terminar por perturbar nuestra espiritualidad. Aparte claro está, de tomar en cuenta los efectos negativos emocionales o peligros que expuse en el punto anterior.

Nadie dice que un católico no se pueda divertir bailando o hacer un chiste con la familia y amigos de vez en cuando, sin embargo, cuando esta se vuelve una rutina constante y prácticamente te obliga a agradar a un público abierto a través de likes o comentarios, debemos actuar con prudencia pues podemos estar cayendo fácilmente en el pecado de la vanidad y la vanagloria.

También el ver continuamente estos videos pueden llevarnos a la ociosidad y la pérdida de tiempo, que quizá podemos utilizar en cosas más productivas.

Además, de eso hay que recordar que esta aplicación es usada por muchos famosos que prácticamente han tomado el control de ella y proponen los llamados “retos” haciendo uso de coreografías o canciones que muchas veces no van acorde a nuestros principios morales o religiosos.

¿Qué hago entonces si mi hijo(a) lo utiliza y más aún me pide participar en los videos?

Como evangelizadora en internet y profesora de religión, suelo recibir consultas de este tipo y tras mi experiencia tratando adolescentes puedo aconsejar los siguiente:

• Los niños y adolescentes están en un proceso de maduración emocional y espiritual y los adultos estamos en la responsabilidad de dirigir ese desarrollo con prudencia y autoridad. Si nos sumamos a los llamados “retos de los famosos” lo único que conseguiremos es perder esa autoridad (que hoy en día se ha perdido mucho) pues se nos pide no solo bailar una canción moderna sino también vestirnos y movernos como si fuéramos otros adolescentes, faltando así a virtudes como el pudor o la modestia. En casos peores, nos exigen usar comportamientos infantiles que nos llevarán a hacer el ridículo tan solo para ganar más likes.
• También perdemos el respeto de muchas personas al exponernos públicamente, a través de comentarios que no solo vendrán departe de adultos sino también de otros menores de edad que visualizan estos videos.
• Como hemos visto, esta red social presenta más contras que pros y dependiendo el grado de obediencia y madurez del menor, podremos motivarles a no usarla o en otros casos, limitaremos su acceso poco a poco con rigor y control. De esa forma, ellos serán educados a también practicar el discernimiento cristiano sobre las modas que se ofrecen por estos medios.

Yasmin Oré