Páginas especiales en el último número de "Iglesia en Córdoba"
Los mártires de Córdoba de 1936 (2)
Podéis descargar el último número Iglesia en Córdoba con muy buenos artículos por la beatificación de mañana sábado. Aquí algunos párrafos de la carta pastoral de monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba.
iec757.pdf (diocesisdecordoba.com)
Nuestros mártires, inscritos en el Libro de la Vida
Han pasado 85 años de aquel momento supremo, en el que cada uno de nuestros mártires entregó su vida por Cristo en una muerte cruenta, producida por el odio contra Dios y contra la religión católica. Cada uno de ellos aceptó este sacrificio supremo con un amor más grande, que hace olvidar la crueldad del suplicio, y ahora son presentados en medio de la Iglesia como un testimonio vivo de vida cristiana y como intercesores ante Dios para nuestra diócesis de Córdoba.
El próximo 16 de octubre, Dios mediante, en la Catedral de Córdoba serán beatificados 127 mártires de la diócesis de Córdoba en solemne celebración presidida por el cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, que lo hace en nombre y con la autoridad del Papa Francisco. Es un momento precioso, en el que la Iglesia madre glorifica a sus hijos, que a su vez engalanan a la Iglesia Esposa para presentarse llena de gloria ante su Esposo Cristo. Es un acto directamente pontificio, es decir, del Papa Francisco, que envía un delegado para celebrarlo en Córdoba. Es por tanto, un momento de profunda comunión eclesial con el Papa y con los santos del cielo.
Ellos quedarán inscritos en el Libro de la Vida del Cordero (cf. Ap 21,17). Ellos “no amaron tanto su vida que temieran la muerte” (Ap 12,11). “¿Quiénes son estos y de dónde vienen?: estos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero… y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos” (Ap 7,13ss). Los ojos de la fe y del amor nos hacen contemplar esta muchedumbre de mártires, que se unen a otros grupos que van siendo glorificados, con verdadera emoción e incluso conmoción espiritual.
[...]
Invito a toda la diócesis de Córdoba a prepararse y vivir este momento de gracia especial para la Iglesia, y particularmente para nuestra Diócesis. No es uno, y ya merecería la pena. Son 127. Dejemos a un lado cualquier postura mezquina y corta de miras. Ampliemos la mirada, para ver en el horizonte a esta nube inmensa de testigos, que nos estimulan en el camino de nuestra vida cristiana.
Que ellos nos bendigan desde el cielo a todos los que aún peregrinamos por la tierra.
También, en 2007, monseñor Juan Jose Asenjo publicó esta carta pastoral: