el reto del amor es orar con confianza y esperar siempre en Dios

Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.

 

EL SEÑOR ES LA ROCA PERPETUA.

 

Y seguimos con la sequía persistente que, nos hace sufrir a todos. El Señor, por sus razones inescrutables, no envía la lluvia que esponje nuestros campos, para que las semillas crezcan y den fruto. Y estas penas de los hombres, son también nuestras penas. Pero nosotras, no solo por nuestra vocación cristiana, sino también religiosa, no ponemos en punto muerto nuestras preocupaciones. Tenemos un camino poderoso y eficaz con la oración continua al Señor que, no deja de escuchar, ni una sola de nuestras plegarias, pero el que, oiga todo lo que le suplicamos que, puede ser muy bueno, no quiere decir que responda siempre según nuestras expectativas.

 

“¿Quién conoció la mente  del Señor? o ¿Quién fue su consejero? o, ¿Quién le ha dado primero para que Él le devuelva?, a Él la gloria y el poder, por los siglos"

Estando así, gran parte de la comunidad se lanzó, cantando y rezando, por los jardines del convento con las letanías de los santos, el agua bendita y nuestras voces, llenas de fe y esperanza, pidiendo a Dios la lluvia, ¡Por favor!

 

Hemos llegado a los nueve días en nuestra oración … Y hoy, al despertarme por la mañana, percibía que, el desencanto, por no ser escuchadas se iba a apoderando de mí… Y me parecía no poder hacer nada sino sufrirlo con paciencia. Y el Señor, que, todo lo ve, vino en mi auxilio con su Palabra poderosa. Y, esta vez, era con este salmo de Habacuc, 3: “Aunque la higuera no hecha yemas y las viñas no tienen fruto; Aunque el olivo olvida su aceituna y los campos no dan cosechas; Aunque se acaban las ovejas en el redil y no quedan vacas en el establo, ¡yo exultare con el Señor, me gloriaré en Dios mi Salvador! ¡El Señor soberano es mi fuerza, Él me da pies de ciervo y me hace caminar por las alturas!”

 

¡Sí, todo puede fallar, la creación entera con todas las manipulaciones, por parte del hombre que, puede no responder a la voz de Dios. Pues, aún así, yo exultaré con el Señor!... !Pues, en este momento, yo caminaré por las alturas: las alturas de una confianza y abandono en Dios que no cede ante el aparente silencio de Dios y las apariencias! ¿O, no nos pidió también el Señor que, nuestra oración sea continua y perseverante y que, no tenga ninguna fisura de duda o desencanto?

 

Pues hoy, el reto del amor es orar con confianza y esperar siempre en Dios que, lo que más quiere es que le bendigamos y le demos gloria, por su bondad!

 

VIVE DE CRISTO

 

¡Feliz día!