¿Iglesia desfasada?
Venga o no a cuento la Iglesia católica ha sido y es objeto de discusión, de agresión y de confrontación en este tiempo actual, como lo fue en el pasado y ya anunció su divino fundador. Lo mismo que él ha sido y sigue siendo, signo de contradicción, lo serán sus seguidores, mientras el mundo sea mundo.
He aquí, entre otras muchas perlas, lo que escribe el señor César Moya en Estrella digital (15/5): “El mundo actual no puede ya creer en la virginidad de María o en la resurrección de la carne, por ejemplo, tal como nos la contaron. Porque sacerdotes y teólogos están rompiendo su silencio para declarar lo absurdo de la posición de una Iglesia fuera de tiempo”.
Se ve claramente que la mentalidad de este señor es racionalista . Para él no cabe otro conocimiento que no sea el comprobable por la ciencia y abarcable por la razón. Al no tener fe, no admite ni la revelación divina, ni los dogmas, ni la enseñanza oficial del Magisterio eclesial. Podría ser al menos respetuoso con la fe de millones y millones de personas que a lo largo de 20 siglos han creído, vivido y muerto por su fidelidad a la Verdad revelada. Pues ni eso. Arremete inmisericorde contra todo lo que él no entiende y se parapeta diciendo que hay quienes declaran absurda la enseñanza de la Iglesia. Gran desgracia es vivir como él y otros muchos herejes, sin fe, que llevan a descalificar-sin entenderlas- lo que la Iglesia de Cristo propone como Verdad.
Sin entrar en discusiones teológicas interminables, invito al señor Moya a que realice una visita a cualquiera de los santuarios marianos por ej, a Fátima o a Lourdes, Pilar para ver la respuesta actual de millares de personas que encuentran el valor supremo de sus existencias a través de la fe, la Iglesia y la Inmaculada Madre de Dios, María.
He aquí, entre otras muchas perlas, lo que escribe el señor César Moya en Estrella digital (15/5): “El mundo actual no puede ya creer en la virginidad de María o en la resurrección de la carne, por ejemplo, tal como nos la contaron. Porque sacerdotes y teólogos están rompiendo su silencio para declarar lo absurdo de la posición de una Iglesia fuera de tiempo”.
Se ve claramente que la mentalidad de este señor es racionalista . Para él no cabe otro conocimiento que no sea el comprobable por la ciencia y abarcable por la razón. Al no tener fe, no admite ni la revelación divina, ni los dogmas, ni la enseñanza oficial del Magisterio eclesial. Podría ser al menos respetuoso con la fe de millones y millones de personas que a lo largo de 20 siglos han creído, vivido y muerto por su fidelidad a la Verdad revelada. Pues ni eso. Arremete inmisericorde contra todo lo que él no entiende y se parapeta diciendo que hay quienes declaran absurda la enseñanza de la Iglesia. Gran desgracia es vivir como él y otros muchos herejes, sin fe, que llevan a descalificar-sin entenderlas- lo que la Iglesia de Cristo propone como Verdad.
Sin entrar en discusiones teológicas interminables, invito al señor Moya a que realice una visita a cualquiera de los santuarios marianos por ej, a Fátima o a Lourdes, Pilar para ver la respuesta actual de millares de personas que encuentran el valor supremo de sus existencias a través de la fe, la Iglesia y la Inmaculada Madre de Dios, María.
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