El Sagrado Corazón... también en el mundo anglosajón

Es fácil detectar estos días una especial atención hacia el Sagrado Corazón: se percibe en los blogs, en los grupos de whatsapp, en las páginas de información religiosa. Normal (hasta cierto punto), pensaba yo. Estamos en junio, el mes del Sagrado Corazón, y además este año celebramos en España el centenario de la Consagración realizada en el Cerro de los Ángeles, que será renovada el próximo domingo 30 de junio.

Pero mi sorpresa llegó al recibir uno de los últimos números del que quizás sea el semanario de información religiosa más importante del mundo anglosajón (y veterano, pues se publica desde 1888), el Catholic Herald, que a su edición inglesa ha incorporado recientemente una edición norteamericana. Esa portada proclamaba, en palabras de Damian Thompson, que la devoción al Sagrado Corazón cambió el mundo. Una verdad que da idea de la centralidad e importancia del mensaje del Sagrado Corazón. Allí, Thompson, explicando cómo en muchos lugares se dejó de lado al Sagrado Corazón, pensando que era una "devoción anticuada", indica el tremendo daño producido ("durante siglos los católicos expresaron su amor hacia el Sagrado Corazón. Luego lo abandonaron durante una generación. Y mira lo que ocurrió") y también el regreso de aquella "devoción anticuada" que llega más a los jóvenes que tantas supuestas (y fracasadas) estrategias para llegar a esos jóvenes.

Pero no se acabaron aquí las referencias: leo que el cardenal Vincent Nichols ha invitado a los 5.000 sacerdotes de Inglaterra y Gales a una Misa de Acción de Gracias en la catedral de Westminster precisamente el próximo 28 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Evidentemente no podrán asistir todos, pero se espera que al menos un millar de sacerdotes se reúnan para dar gracias al Sagrado Corazón y pedirle que guíe su sacerdocio.

Y más adelante, me encuentro con un artículo de Jane Stannus en el que se explica cómo debe entronizarse el Sagrado Corazón en las casas, detallando todos los bienes que se derivan de poner al Sagrado Corazón de Jesús como Rey y Señor de nuestros hogares (o también, explica Stannus, en escuelas, hospitales, parroquias...).

En el siguiente número del Catholic Herald la cosa sigue: Madeleine Teahan, se lamenta de que Jane Stannus se le ha adelantado, comenta la consagración de las familias al Sagrado Corazón que ha tenido lugar en su parroquia y concluye: “La devoción al Sagrado Corazón ha regresado. Doy gracias a Dios por el sencillo antídoto que nos ha dado para las situaciones que nos desbordan y que son difíciles de aceptar: "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío".

Pues ya ven que este regreso del Sagrado Corazón no se limita a España, sino que más bien es uno de los signos de los tiempos que vive la Iglesia, muy unido también al imparable crecimiento de la Adoración eucarística.

Mientras tanto, las alternativas que nos llevan vendiendo desde hace décadas se ven cada vez más pasados de moda. Y es que los planes de Dios siguen trastocando los cálculos humanos.