¿Es malo comprarse un reloj caro?
¿Es malo comprarse un reloj caro?
por Duc in altum!
“¿Es malo comprarse un reloj caro habiendo opciones más austeras?”, me preguntaron hace unos años en una clase de Ética. Contesté que la clave moral es la relación calidad-precio. Por ejemplo, si le invierto una cantidad más o menos fuerte pero no tendré que comprarme otro en los próximos años, constituye un gasto responsable que, además, evita que me llene de repuestos. Hay que pasar de un modelo ético de respuestas fáciles a un enfoque que subraye el valor del discernimiento, esa mirada profunda y analítica del conjunto.
Algo caro no es intrínsecamente malo. Depende de dos cosas: ¿Cómo se obtuvo el dinero y para qué se utilizará? Si procede de la corrupción, es inaceptable, pero si nace del esfuerzo diario y considera la calidad que aporta, no hay ningún problema. La Ética, lejos de satanizar lo material, debe enseñar cómo administrarlo de forma sustentable.
La austeridad es algo bueno, porque evita excesos; sin embargo, no hay que confundirla con la tacañería, porque ser tacaño, a la larga, sale mucho más caro. Tampoco con descuidar el arreglo personal. Eso no denota sencillez, ni cercanía, sino falta de autoestima e incluso ganas de llamar la atención, haciendo ostentación de una pobreza actuada.
Por lo tanto, la clave es la relación calidad-precio al momento de tener que tomar una decisión que implique gastar. La Ética optará siempre por aquello que propicie garantías para el consumidor y el medio ambiente.