14 Concepcionistas a los altares en fecha próxima

1.915 mártires de la persecución religiosa (1934-1939)

16 enero 2019 22:00

De nuevo lo publicamos y así no hay que echar mano de las hemerotecas ni de Google. Las canonizaciones y beatificaciones de la persecución religiosa en España, que abarca de 1934 a 1939, sumarán dentro de unos meses 1.915 mártires. Cuando sean beatificados los 9 seminaristas de Oviedo, el médico Mariano Mullerat Soldevila y las 14 religiosas concepcionistas, cuyo decreto de martirio firmó hoy el Papa Francisco, se alcanzará esa cifra.

San Juan Pablo II beatificó a 468 mártires y canonizó a los únicos 11 santos que han sido reconocidos como tales, tras los milagros que los elevaron a los altares.

Durante el pontificado de Benedicto XVI fueron beatificados 530 mártires.

Pero, desde que el Papa Francisco ocupa la Sede de Pedro el número de mártires elevados a los altares en su pontificado será de 906 .

Los tres pontificados están a punto de sumar 1.904 beatos y 11 santos = 1.915.

Ayer martes, 15 de enero de 2019, el Papa Francisco recibió en audiencia al cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y autorizó la promulgación del decreto de martirio de 14 religiosas españolas. María del Carmen Lacaba y sus 13 compañeras concepcionistas franciscanas, asesinadas por odio a la fe en 1936, durante la persecución religiosa española, tienen así abierta la puerta a su beatificación.

La casa madre de las concepcionistas de Santa Beatriz de Silva está en la ciudad de Toledo. Cinco de las catorce nuevas mártires están vinculadas especialísimamente a la Archidiócesis: dos de ellas porque pertenecían a la casa de Escalona; una, de las de Madrid, es natural de El Toboso (Toledo) y las dos concepcionistas mártires de El Pardo que reposan en la casa madre desde 2015.

Dos de ellas de Escalona

Según testigos, el 28 de julio de 1936 las monjas Concepcionistas Franciscanas que formaban la comunidad de Escalona (Toledo) fueron obligadas a abandonar su monasterio. Recogidas en diversos domicilios de Escalona, durante el primer día fueron visitadas y confortadas espiritualmente por su capellán, el siervo de Dios Teógenes Díaz Corralejo Fernández que también sería asesinado junto al párroco dos días después.

El 16 de septiembre trasladaron a todas las monjas a la comandancia de Escalona donde fueron interrogadas y presionadas para renegar de la fe y abandonar la vida religiosa. Ante la resistencia de las monjas, fueron conducidas a la Dirección General de Seguridad en Madrid. Dos días después son llevadas a la cárcel habilitada en un convento de Capuchinas. Al finalizar la contienda toda la Comunidad regresará a Escalona, a excepción de Sor María de San José Ytoiz (que era la Abadesa) y Sor Asunción Pascual Nieto (que era la Vicaria). Un testigo declara que, separadas del resto del grupo, fueron conducidas a una checa. Dicho testigo, sabedor de lo sucedido, como pasaba temporadas en Madrid, las buscó, y reconoció a pesar de que iba vestida con ropa seglar a Sor Asunción, y conversó con ella, alegrándose mutuamente. Uno de los días que acudió a su encuentro, contempló el cuerpo inerte de la monja que había sido fusilada. Eran los últimos días del mes de octubre de 1936.

Las del El Pardo, cuyos restos descansan en la Casa Madre de Toledo

El 28 de noviembre de 2015 llegaron los restos de las siervas de Dios Inés de San José Rodríguez Fernández y María del Carmen de la Purísima Concepción Rodríguez Fernández para ser custodiados en Casa Madre de las Orden de la Inmaculada Concepción en Toledo.

El 21 de julio de 1936, entre insultos y amenazas, los milicianos republicanos echaban de su monasterio a las Concepcionistas de El Pardo (Madrid). Varios vecinos las acogieron en sus casas durante cuatro días hasta que los milicianos las expulsaron del pueblo. Las hermanas Rodríguez Fernández se refugiaron en la casa de la madre del capellán del convento. Después se les dio asilo en la casa de un matrimonio en Madrid. Allí vivieron veinte días hasta que unos milicianos se las llevaron junto al matrimonio, acogedor y un familiar de estos. Las monjas lograron la libertad de sus bienhechores. En la madrugada del 23 de agosto las llevaron por la carretera de Aragón hasta el término de Vicálvaro donde, en un descampado, las fusilaron y remataron.

Sus restos recuperados reposaron hasta 2015 en el Monasterio de las Concepcionistas de El Pardo. Tras tener que cerrar esa casa, el Hno. Alfonso Ramírez Peralo, vicepostulador de las Causas del Provincia de los Capuchinos de España, acompañó a las concepcionistas en el traslado de los restos de las mártires a la casa madre.