Don León Chicote Pozo, descanse en paz
El pasado 25 de marzo, Domingo de Ramos, murió el canónigo de la Catedral de Cuenca, don León Chicote Pozo.
Al día siguiente se celebró el funeral en la Catedral de Cuenca y fue enterrado en su pueblo. Esta fotografía es del 17 de junio de 2008, de una de las últimas reuniones a las que asistió como encargado de las causas martiriales de su Diócesis.
La primera visita oficial, recién estrenado mi cargo de postulador para las Causas de los Santos de la provincia eclesiástica de Toledo, me llevó a Cuenca. Era otoño de 2002. Nunca olvidaré aquella conversación sobre lo duro que era el camino emprendido… luego lo he recordado con el transcurrir de los años.
Descanse en paz. Mañana ofreceré la Santa Misa por su alma.
El año anterior, exactamente, el 28 de octubre de 2007, don León Chicote vivió con gran gozo la beatificación de Don Cruz Laplana, el Obispo Mártir de Cuenca y de su secretario, don Fernando Español, junto a 496 mártires más de la persecución religiosa española. Era el vicepostulador de esa doble causa.
De hecho, la última noticia que supe de él fue de 2014 cuando salió a la luz publicado por la Diputación Provincial de Cuenca el libro: Beato Cruz Laplana y Laguna, Obispo mártir de Cuenca y Beato Fernando Español Berdié, Sacerdote canónigo mártir.
La crónica hacía esta referencia del libro:
“Entre los santos, los mártires gozan de un particular prestigio en la Iglesia de Dios. De algunos, de los más conocidos y famosos se hace memoria todavía hoy en el llamado canon romano, plegaria eucarística de antiquísima tradición. La razón de su prestigio y de la especial veneración de que gozan entre el pueblo cristiano se debe, sin duda, al eco que encuentran en la conciencia de los fieles las palabras de Jesús: Nadie tiene mayor amor que el que da vida por sus amigos. Los cristianos han visto siempre en el mártir la imagen más perfecta de Cristo, su imitador más acabado, el discípulo más fiel. De ahí la particular devoción que nutren hacia ellos. Los autores, León Chicote Pozo, vicepostulador de la Causa de Canonización de los Beatos Cruz Laplana y Fernando Español, y Dña. Silvana Aparicio Herráiz, profesora de Religión Católica, han hecho una exquisita recopilación de documentos relacionados con la vida de D. Cruz, y a su secretario, Fernando Español, que nos acercarán a la vida y obra de ambos.
En alguna de las últimas reuniones que tuvimos nos regaló un libro que había escrito titulado La sierva de Dios, Alicia Gómez Jareño apuntes biográficos de una vida ejemplar.
Don Francisco del Campo, Presidente de la Comisión Histórica de la Causa de 464 mártires de la Provincia eclesiástica de Toledo y de la diócesis de Ávila, escribe tras leer el artículo:
La primera visita oficial, recién estrenado mi cargo de postulador para las Causas de los Santos de la provincia eclesiástica de Toledo, me llevó a Cuenca. Era otoño de 2002. Nunca olvidaré aquella conversación sobre lo duro que era el camino emprendido… luego lo he recordado con el transcurrir de los años.
Descanse en paz. Mañana ofreceré la Santa Misa por su alma.
El año anterior, exactamente, el 28 de octubre de 2007, don León Chicote vivió con gran gozo la beatificación de Don Cruz Laplana, el Obispo Mártir de Cuenca y de su secretario, don Fernando Español, junto a 496 mártires más de la persecución religiosa española. Era el vicepostulador de esa doble causa.
De hecho, la última noticia que supe de él fue de 2014 cuando salió a la luz publicado por la Diputación Provincial de Cuenca el libro: Beato Cruz Laplana y Laguna, Obispo mártir de Cuenca y Beato Fernando Español Berdié, Sacerdote canónigo mártir.
La crónica hacía esta referencia del libro:
“Entre los santos, los mártires gozan de un particular prestigio en la Iglesia de Dios. De algunos, de los más conocidos y famosos se hace memoria todavía hoy en el llamado canon romano, plegaria eucarística de antiquísima tradición. La razón de su prestigio y de la especial veneración de que gozan entre el pueblo cristiano se debe, sin duda, al eco que encuentran en la conciencia de los fieles las palabras de Jesús: Nadie tiene mayor amor que el que da vida por sus amigos. Los cristianos han visto siempre en el mártir la imagen más perfecta de Cristo, su imitador más acabado, el discípulo más fiel. De ahí la particular devoción que nutren hacia ellos. Los autores, León Chicote Pozo, vicepostulador de la Causa de Canonización de los Beatos Cruz Laplana y Fernando Español, y Dña. Silvana Aparicio Herráiz, profesora de Religión Católica, han hecho una exquisita recopilación de documentos relacionados con la vida de D. Cruz, y a su secretario, Fernando Español, que nos acercarán a la vida y obra de ambos.
En alguna de las últimas reuniones que tuvimos nos regaló un libro que había escrito titulado La sierva de Dios, Alicia Gómez Jareño apuntes biográficos de una vida ejemplar.
Don Francisco del Campo, Presidente de la Comisión Histórica de la Causa de 464 mártires de la Provincia eclesiástica de Toledo y de la diócesis de Ávila, escribe tras leer el artículo:
De D. León conservo un gratísimo recuerdo por su alegría, fiel compañero y prontitud en acoger y compartir su experiencia y dominio de asuntos jurídicos. Humilde y nada presuntuoso de su gran capacidad y acierto en buscar soluciones a temas planteados.
En las reuniones generales nacionales mantenidas en la sede de la Conferencia Episcopal, convocados periódicamente, por la directora de la Oficina para las Causas de los Santos (Encarnación González), era frecuente dirigirse a D. León para confirmar y dar su asentimiento a problemas planteados. Sacerdote fiel, docto, alegre.
Que Dios premie sus servicios coronado por la multitud de mártires de Castilla La Mancha.
Que Don León interceda para acelerar las Causas de nuestros mártires y que cuantos hemos trabajado a su lado nos mantengamos fieles.
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