El pasado 6 de noviembre fueron beatificados en Manresa tres capuchinos asesinados en 1936
Derribo y destrucción de las iglesias de Manresa
A veces es imposible retener y ofrecer toda la información que llega para poderla poner en orden y ofrecerla a los lectores del blog. El pasado 6 de noviembre con motivo de la última beatificación celebrada en España, con la cual se alcanzó el número de 2.053 mártires, santos y beatos de la persecución religiosa 1934-1939, recordé los sucesos -un episodio entre muchos- que muestran cómo verdaderamente se quería hacer desaparecer a la Iglesia Católica... y, a la par, que comenzaban los asesinatos por odio a la fe, se pretendía destruir todo el patrimonio religioso para eso: para hacer visible que si España era católica, iba a dejar de serlo.
Recordé que a lo largo de 2012 en el Museu Comarcal de Manresa se podía visitar la exposición Aparèixer/Desaparèixer de Jesús Galdón. La muestra trataba sobre la desaparición del patrimonio a raíz de los conflictos, y en concreto, a los hechos sucedidos en Manresa con el estallido de la Guerra Civil en 1936.
La ciudad de Manresa, en la provincia de Barcelona, vivió un movimiento organizado para derruir templos. En total se destruyeron siete grandes templos de la ciudad aunque se salvó La Seu, donde el 6 de noviembre se celebró la beatificación.
En un artículo de Joan Torras, para La Vanguardia, comentando dicha exposición recuerda el periodista que:
«El portal memoria.cat pone al descubierto la destrucción de reliquias arquitectónicas e históricas que la capital del Bages perdió cuando estalló la guerra civil […]. Joaquim Aloy, uno de los impulsores de este portal y autor de la web donde se explica cómo se llevó a cabo el salvamento de La Seu de Manresa en 1936, revela también la cantidad de destrucciones que se llevaron a cabo en la ciudad cuando estalló la guerra civil.
Antes de la guerra civil, Manresa disponía de múltiples templos religiosos de gran valor. Algunos de ellos, datados del siglo XIV, fueron destruidos en el estallido de la guerra. Joaquim Aloy explica que ello se debió a las persecuciones que se hicieron a cargos relacionados con la iglesia en Catalunya. Después del estallido de la guerra civil el 19 de julio de 1936 en Catalunya, los sectores sindicalistas más radicales asociaron a los curas y rectores con los templos donde estos realizaban sus oraciones, comenta».
El 7 de septiembre de 1936 se inició el derribo de siete iglesias grandes de Manresa: San Pedro Mártir, San Miguel, la iglesia de San Ignacio y el antiguo Hospital de Santa Lucía, el convento de las Capuchinas, el Carmen, el convento de los Capuchinos y la iglesia de Sant Bartomeu. La decisión de derribarlas fue tomada por el Comité Revolucionario y Antifascista, forzado por las exigencias de las organizaciones sindicales y los partidos de extrema izquierda que, dominando totalmente el gobierno de la ciudad, aprovecharon ese contexto revolucionario por un lado, para expresar su sentimiento anticlerical, y al mismo tiempo para ofrecer trabajo a los obreros en paro. Así, se formaron las "brigadas de paro forzoso", buena parte de los integrantes de las cuales se encargaron de derribar los edificios religiosos, mientras otros trabajaban en diversas obras públicas.
[Me sorprende agradablemente la trasparencia sobre el tema, y que en el programa de unas fiestas locales se aproveche para informar de la "brutalidad" con la que se actuó por hacer desaparecer el patrimonio de una ciudad milenaria. Bajo estás líneas la portada de este díptico que se ofreció por parte del Ayuntamiento en 2016].
esglesies_enderrocades_x_web.pdf (manresa.cat)
El Ayuntamiento, que había quedado despojado de todo tipo de poder y autoridad para oponerse a los derribos, por el contrario, y paradójicamente, tuvo que sufragar sus gastos. Se llegaron a contratar a más de 600 obreros y el coste de las obras arruinó la economía municipal y comportó, a principios de marzo de 1937, el cese de las "brigadas". Sin embargo, entonces, prácticamente todas las iglesias ya estaban en ruinas.
Repito, me parece excelente la información ofrecida. INFORMAR DE TODO LO OCURRIDO, pero eso, de todo.
Como las demás la iglesia del Carmen de Manresa fue incendiada y derribada piedra a piedra en los meses de septiembre y octubre del año 1936. Finalmente, este es el magnífico retablo, de Pere Cuquet y de Joan Basi, que desapareció para siempre en dicha destrucción: