Hoy el reto del amor es no tener miedo a derribar un trozo de tu tapia.
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2017
14 de diciembre
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
DERRIBANDO MUROS
El otro día estábamos dando un paseo Lety, Joane y yo. De pronto nos encontramos con el albañil, que estaba derribando un trozo de una tapia interna del monasterio. Menos mal que no era la tapia que rodea el convento, sino que se trata de una tapia secundaria que separa un patio del resto de la huerta.
Nos quedamos tan sorprendidas que fuimos a preguntarle qué había pasado. Él nos contó que había venido un camión a descargar algo. Una vez dentro de la clausura, el conductor lo debió de dejar parado un momento, pero, sin darse cuenta, se le “cayó” el camión cuesta abajo y se dio contra esta tapia. De manera que había quedado completamente agrietada.
Instintivamente nos salió decirle que por qué no la remataba un poco y así evitar tener que tirar ese trozo. Pero él nos insistió en que aquella opción no era buena, ya que, antes o después, se podía caer, y era muy peligroso para nosotras.
Aquello me dejó asombrada. Durante la oración, el Señor me regaló ver cuántas veces vamos a lo largo de la vida levantando los muros internos de nuestra defensa propia, y cercamos bien nuestra “zona de confort”. No suele ser intencionado, pero desde el inconsciente nos formamos una “tapia autoprotectora”.
Pero, ¿qué sucede? Que, día tras día, nos vienen golpes en aquellos muros que nosotros mismos nos hemos levantado.
Al orar esto, sentía precisamente que Cristo permite esos golpes para que los muros internos se vayan derribando poco a poco. Sin embargo, muchas veces vemos más lógico volver a rematar el muro antes que tirarlo...
El Señor nos ha soñado libres por completo, y nuestra mayor libertad es la libertad interior. Él, que nos ama tanto, sabe cómo ir ganándose terreno poco a poco. No suele hacerlo de golpe, no pretende derrumbar de una vez la tapia de tu corazón, sino que día tras día, grieta a grieta, te sugiere un cambio en tu interior.
Él sólo mira por tu felicidad. Y, si confías en Él, al final irá consiguiendo todo el terreno que nosotros solos no somos capaces de entregarle.
Hoy el reto del amor es no tener miedo a derribar un trozo de tu tapia. Seguro que estás viviendo un golpe en tu muro, una grieta, que, por pequeña que sea, siempre es una oportunidad para ensanchar tu corazón. Confía, pues, si esperas en Él, descubrirás que la esperanza no defrauda.
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
14 de diciembre
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
DERRIBANDO MUROS
El otro día estábamos dando un paseo Lety, Joane y yo. De pronto nos encontramos con el albañil, que estaba derribando un trozo de una tapia interna del monasterio. Menos mal que no era la tapia que rodea el convento, sino que se trata de una tapia secundaria que separa un patio del resto de la huerta.
Nos quedamos tan sorprendidas que fuimos a preguntarle qué había pasado. Él nos contó que había venido un camión a descargar algo. Una vez dentro de la clausura, el conductor lo debió de dejar parado un momento, pero, sin darse cuenta, se le “cayó” el camión cuesta abajo y se dio contra esta tapia. De manera que había quedado completamente agrietada.
Instintivamente nos salió decirle que por qué no la remataba un poco y así evitar tener que tirar ese trozo. Pero él nos insistió en que aquella opción no era buena, ya que, antes o después, se podía caer, y era muy peligroso para nosotras.
Aquello me dejó asombrada. Durante la oración, el Señor me regaló ver cuántas veces vamos a lo largo de la vida levantando los muros internos de nuestra defensa propia, y cercamos bien nuestra “zona de confort”. No suele ser intencionado, pero desde el inconsciente nos formamos una “tapia autoprotectora”.
Pero, ¿qué sucede? Que, día tras día, nos vienen golpes en aquellos muros que nosotros mismos nos hemos levantado.
Al orar esto, sentía precisamente que Cristo permite esos golpes para que los muros internos se vayan derribando poco a poco. Sin embargo, muchas veces vemos más lógico volver a rematar el muro antes que tirarlo...
El Señor nos ha soñado libres por completo, y nuestra mayor libertad es la libertad interior. Él, que nos ama tanto, sabe cómo ir ganándose terreno poco a poco. No suele hacerlo de golpe, no pretende derrumbar de una vez la tapia de tu corazón, sino que día tras día, grieta a grieta, te sugiere un cambio en tu interior.
Él sólo mira por tu felicidad. Y, si confías en Él, al final irá consiguiendo todo el terreno que nosotros solos no somos capaces de entregarle.
Hoy el reto del amor es no tener miedo a derribar un trozo de tu tapia. Seguro que estás viviendo un golpe en tu muro, una grieta, que, por pequeña que sea, siempre es una oportunidad para ensanchar tu corazón. Confía, pues, si esperas en Él, descubrirás que la esperanza no defrauda.
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