Noticia esperanzadora
En el preocupante panorama de noticias de hoy (16/12/09), día histórico en las efemérides de España por la votación en las Cortes de la injusta y perversa Ley del Aborto libre, he encontrado una algo esperanzadora para los creyentes, publicada en “Religión en libertad” digital.
Se trata de un grupo nutrido de jóvenes, con otras muchas personas, que están haciendo un maratón de oración, 24 horas seguidas, ante el Smo. Sacramento expuesto, en la basílica de Jesús de Medinaceli, la más próxima a las Cortes, pidiendo a Dios luz para los diputados y todos los españoles, en el trascendental evento de la votación hodierna.
España está en gran parte ciega y en una encrucijada de su milenaria historia. Sin la luz de Dios, camina a su autodestrucción. Ni el pueblo en su conjunto, ni gran parte de sus dirigentes, son del todo conscientes de la trascendencia futura de esta criminal Ley, a la que no se permite objetar, ni abstenerse, ni ausentarse. Es la dictadura partidista la que impondrá su férrea disciplina del voto. Lo lamentaremos y pagaremos bien caro todos, en un futuro no lejano.
En esta triste situación, sólo cabe un recurso que, ni los mismos creyentes, hemos hecho ni valorado debidamente. Es el de volvernos a Dios personal y comunitariamente, a ejemplo de estos jóvenes, para que Dios misericordioso se apiade de todos. Sólo así será ¡Feliz Navidad¡
Se trata de un grupo nutrido de jóvenes, con otras muchas personas, que están haciendo un maratón de oración, 24 horas seguidas, ante el Smo. Sacramento expuesto, en la basílica de Jesús de Medinaceli, la más próxima a las Cortes, pidiendo a Dios luz para los diputados y todos los españoles, en el trascendental evento de la votación hodierna.
España está en gran parte ciega y en una encrucijada de su milenaria historia. Sin la luz de Dios, camina a su autodestrucción. Ni el pueblo en su conjunto, ni gran parte de sus dirigentes, son del todo conscientes de la trascendencia futura de esta criminal Ley, a la que no se permite objetar, ni abstenerse, ni ausentarse. Es la dictadura partidista la que impondrá su férrea disciplina del voto. Lo lamentaremos y pagaremos bien caro todos, en un futuro no lejano.
En esta triste situación, sólo cabe un recurso que, ni los mismos creyentes, hemos hecho ni valorado debidamente. Es el de volvernos a Dios personal y comunitariamente, a ejemplo de estos jóvenes, para que Dios misericordioso se apiade de todos. Sólo así será ¡Feliz Navidad¡
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