Hoy el reto del amor es no entrar en el claustro de la ira, del mal humor o de la tristeza
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2017
26 de octubre
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
NO ENTRES
En el monasterio hay dos claustros; uno llamado “de servicio”; y el otro, “de damas”.
El claustro de damas (que es el más bonito), se ha cubierto por arriba con cristal, dejando unas pequeñas ventanas abatibles que se abren desde abajo, para que se pueda ventilar.
Ayer, cuando salí de la iglesia, vi que en el claustro se había colado una paloma, ¡y mira que es difícil! Desde abajo la miraba y veía lo que le estaba costando encontrar la salida. Estaba muy nerviosa y muerta de miedo.
Mirando a la paloma me daba cuenta del gran don que nos ha traído Jesucristo, cómo con su muerte y Resurrección nos ha hecho libres
Nos ha regalado su vida, el mal está vencido en su cruz. Lo único que Cristo nos pide es que no entremos al mal, que vivamos desde el bien, desde la vida, desde la Resurrección.
El mal es como un perro que está atado con una correa de dos metros; lo que a ti se te pide es que no entres en “su terreno”, que no entres en esos dos metros, que no te metas en el claustro por las ventanas abatibles... que no abras en tu vida la puerta al rencor, al odio, al resentimiento, a la tristeza, a la ira, a la envidia.
Si entras por estas puertas, te vas a quedar atrapado en el claustro, y te va a costar mucho salir. Claro que tienes salida, y la paloma la encontró, pero después de darse muchos golpes contra los cristales.
Hoy Cristo te muestra desde la cruz sus brazos abiertos y te regala la libertad.
Hoy el reto del amor es no entrar en el claustro de la ira, del mal humor o de la tristeza. En este día vivirás situaciones de enfado o de tristeza, tú o las personas que te rodean, pero hoy no entres a ello: da gracias porque te han hecho libre, no te dejes atrapar por el mal y, en esos momentos, vence al mal con el bien. Sonríe en esas circunstancias y a esas personas, y eleva tu corazón a Cristo, porque ya nada te puede matar. Todo está vencido en la Cruz de Cristo. ¿Crees en el poder de su Cruz?
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
26 de octubre
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
NO ENTRES
En el monasterio hay dos claustros; uno llamado “de servicio”; y el otro, “de damas”.
El claustro de damas (que es el más bonito), se ha cubierto por arriba con cristal, dejando unas pequeñas ventanas abatibles que se abren desde abajo, para que se pueda ventilar.
Ayer, cuando salí de la iglesia, vi que en el claustro se había colado una paloma, ¡y mira que es difícil! Desde abajo la miraba y veía lo que le estaba costando encontrar la salida. Estaba muy nerviosa y muerta de miedo.
Mirando a la paloma me daba cuenta del gran don que nos ha traído Jesucristo, cómo con su muerte y Resurrección nos ha hecho libres
Nos ha regalado su vida, el mal está vencido en su cruz. Lo único que Cristo nos pide es que no entremos al mal, que vivamos desde el bien, desde la vida, desde la Resurrección.
El mal es como un perro que está atado con una correa de dos metros; lo que a ti se te pide es que no entres en “su terreno”, que no entres en esos dos metros, que no te metas en el claustro por las ventanas abatibles... que no abras en tu vida la puerta al rencor, al odio, al resentimiento, a la tristeza, a la ira, a la envidia.
Si entras por estas puertas, te vas a quedar atrapado en el claustro, y te va a costar mucho salir. Claro que tienes salida, y la paloma la encontró, pero después de darse muchos golpes contra los cristales.
Hoy Cristo te muestra desde la cruz sus brazos abiertos y te regala la libertad.
Hoy el reto del amor es no entrar en el claustro de la ira, del mal humor o de la tristeza. En este día vivirás situaciones de enfado o de tristeza, tú o las personas que te rodean, pero hoy no entres a ello: da gracias porque te han hecho libre, no te dejes atrapar por el mal y, en esos momentos, vence al mal con el bien. Sonríe en esas circunstancias y a esas personas, y eleva tu corazón a Cristo, porque ya nada te puede matar. Todo está vencido en la Cruz de Cristo. ¿Crees en el poder de su Cruz?
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