El Papa emérito Benedicto XVI no morirá nunca

Al respecto, Mons. Ganswein respondió que “la frase que han puesto en mi boca es pura invención. ¡Es falsa y equivocada! Quisiera saber quién es el autor de esta”.

“He recibido en los dos últimos días muchos mails que hacen referencia a esta frase y estas personas se han preocupado”, prosigue el Prelado.

“El hermano Georg Ratzinger ha vuelto a casa ayer. Ambos han pasado un buen tiempo, creo que han sido de los mejores días”, concluye el Arzobispo.

    Dicho esto considero que no es exagerado decir que Benedicto XVI, como los grandes hombres de la historia,  no morira nunca, ya que su memoria estará presente en la ingente obra teológica que nos ha dejado. Tengo que decir que soy un adicto a los escritos del Papa emérito. es uno de los grandes teólogos que tenemos en la Iglesia, y sus enseñanzas tienen la virtualidad de ser profundas y asequibles. Es una doctrina al alcance de todos, en la que profundiza con agudeza en los grandes temas del Credo, la Moral y la Liturgia.
    Su tuvieramos que destacar en su obra la que más ha llegado al pueblo, yo diría que es su Vida de Jesús de Nazaret. La escribió en un tiempo record, compaginando sus tareas apostólicas, y sin memar ningún tiempo a las mismas, con la investigación teológica y escriturística, para presentarnos un Jesús auténtico, atractivo, Verbo Encarnado y muy humano. Es una obra que hay que releer constantemente para conocer mejor al Señor y amarle más.
    En cualquier momento, cuando Dios quiera, Benedicto XVI nos dejará físicamente, pero la grandeza de su humilde persona, la sublimidad de sus enseñanzas, su amor a Dios y a la Iglesia, estarán siempre presentes. Se ha dicho que Benedicto XVI es el san Agustín de los tiempos modernos. No es exagerada esta calificación. Además el profesaba una devoción especial al santo de Hipona. 
    Recemos por su persona para que el Señor le siga dando la lucidez que siempre ha tenido, y continue hablándonos con su vida del amor de Dios.

Juan García Inza