Virgen de Nuria: sacrílego robo en 1967
El pasado domingo, 17 de septiembre de 2017, el semanario Catalunya Cristiana publicaba un artículo de Francesc A. Picas, Presidente honorario de Hispania Martyr, sobre la historia del Santuario de la Virgen de Nuria. Esta es la segunda y última parte.
1965. Coronación de la Virgen
En 1965 el beato Pablo VI concedió la coronación canónica de la Virgen de Nuria. En reconocimiento del amor del pueblo catalán a María. El premio de mil años de historia mariana. Si amontonásemos los granos de rosario rezados por los catalanes en Nuria, formaríamos una montaña tan alta como las que rodean el santuario. El pueblo agradeció con fe y devoción el decreto del Papa. El obispo de Urgel, el de Barcelona, el primado de Tarragona y todos los prelados y abades de Cataluña se sumaron al privilegio de la Coronación. Unos desalmados intentaron impedir la Coronación. Ocho días antes, el 8 de julio de 1967, un piquete de cuatro irresponsables entró de noche como ladrones en el santuario, forzaron la cerradura y secuestraron la imagen de la Virgen de Nuria. ¡Qué vergüenza! Lo que no pudieron los sarracenos, ni los «rojos», lo consiguieron unos chapuceros, cegados por la política. Se decían catalanistas. ¡Mentira! Eran unos hijos nefastos de Cataluña. Aquel piquete dice que protestaba porque querían obispos catalanes. ¡Dios mío, qué idiotez! secuestrar una imagen santa, consagrada por la fe de un pueblo. Una imagen, símbolo de la tierra catalana, de más de mil años de historia. Con el robo, aquellos insensatos ahogaron a Cataluña, y abofetearon a miles de catalanes que amaban y cantaban a la Virgen de Nuria.
La fiesta de la Coronación no se suspendió
Pero la fiesta de la Coronación no se suspendió como pretendían aquellos rufianes. Se llevó a cabo el 13 de julio de 1967, el día programado, sobre una imagen que el santuario tenía en reserva. Con gran solemnidad y asistencia de las autoridades eclesiásticas y civiles. La imagen auténtica fue devuelta, en silencio, al obispado de Urgel, el 26 de enero de 1972. La imagen de la Virgen y su hijito Jesús estuvieron cautivos, pues, durante 4 años, 6 meses y 18 días. ¡Qué humillación! Una historia triste, por culpa de unos hijos de Cataluña, desagradecidos y desorientados.
Joaquín Hospital Rodés, cronista judicial de «La Vanguardia» escribió en su periódico este artículo:
http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE07/HEM/1967/07/11/LVG19670711-028.pdf
La misa fue presidida por el Arzobispo de Tarragona, el cardenal Benjamín Arriba y Castro. La homilía corrió a cargo del Arzobispo de Barcelona, monseñor Marcelo González Martín. ¡Cómo sufrió don Marcelo con aquella situación!
La crónica de ABC, del 14 de julio de 1967, recoge las palabras de la homilía del entonces Arzobispo de Barcelona:
Pronunció la homilía el arzobispo de Barcelona, doctor don Marcelo González Martín, quien dijo que «los caminos que llegan hasta este valle son ruta de la cristiandad, y por ellos han pasado, a lo largo de los siglos, pastores, campesinos, hombres y mujeres que venían a implorar la protección de la Virgen Santísima, y han ido logrando normas de convivencia más estables y fijas, de las cuales fueron brotando pueblos, aldeas y ciudades».
«Estos hombres -continuó- fueron testigos de cómo se desarrolló la comunidad cristiana hasta llegar a la época actual».
Señaló también que en la devoción a la Virgen de Nuria se unen la historia y la tradición, sin perjuicio de que se entremezcle la leyenda, extendiendo una devoción que llega hasta nosotros, y culmina en este acto tan lleno de religiosidad.
«No hemos venido a coronar simplemente a la imagen de Nuestra Señora, sino a coronar toda la devoción que María despierta en los hombres, coronar un valle, una montaña, un cielo, este cielo que viene a sumarse ofreciendo una gran corona azul a la Virgen».
Glosó luego la devoción mariana a través de la historia de la Cristiandad, que nace desde su mismo inicio, e indicó que no puede extrañar que hoy se corone a María si ya lo hizo Jesús desde su misma Cruz.
«Entre nosotros -prosiguió el doctor González Martín- no deja de haber quienes, llevados quizá de un buen propósito, pero equivocado criterio, consideran que no tienen actualidad actos como éste, por considerarlos extemporáneos para la psicología actual. A ellos me dirijo para decirles que tenemos que darnos cuenta de que el propio Santo Padre ha promulgado el Año de la Fe, que todos consideramos plenamente actual. Y si este Año es actual, ¿quién puede dar mayor ejemplo de fe que María? Cuando ponemos la corona sobre sus sienes, no lo hacemos solo como un gesto pedagógico, sino para llamar a los fieles de hoy y decirles que igual que Ella vivió la fe, debemos hacerlo nosotros también».
Añadió que «si alguien en la actualidad hallase una imagen de la Virgen perdida entre los montes espontáneamente la colocaría sobre un pedestal y le ofrecería un ramo de flores y unas oraciones. Esto es lo que hicieron quienes hallaron a la Virgen de Nuria, y lo que hace la Iglesia con este acto de coronación».
Cataluña mariana
Desde el tiempo de Wifredo el Belloso y en todas las épocas de gloria y de dolor, Cataluña tiene puestos los ojos en la santa montaña y ruega por la paz, la convivencia y el progreso. «A la Virgen de Nuria vamos todos a visitar", canta hoy y siempre el pueblo catalán. Actualmente Roma ha concedido al santuario el título de basílica menor.
FRANCESC A. PICAS
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Tan solo hace unos meses, y 50 años después del suceso tan desagradable que le tocó vivir al querido don Marcelo, se ha publicado con nombres propios lo ocurrido en aquella accidentada coronación. Yo, una vez más repito: ¡Gracias, Barcelona, que nos regalaste a Don Marcelo!
http://www.lavanguardia.com/cultura/20170608/423256199226/virgen-nuria-secuestro-resuelto.html
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/07/40-anos-del-secuestro-de-la-virgen-de.html
1965. Coronación de la Virgen
En 1965 el beato Pablo VI concedió la coronación canónica de la Virgen de Nuria. En reconocimiento del amor del pueblo catalán a María. El premio de mil años de historia mariana. Si amontonásemos los granos de rosario rezados por los catalanes en Nuria, formaríamos una montaña tan alta como las que rodean el santuario. El pueblo agradeció con fe y devoción el decreto del Papa. El obispo de Urgel, el de Barcelona, el primado de Tarragona y todos los prelados y abades de Cataluña se sumaron al privilegio de la Coronación. Unos desalmados intentaron impedir la Coronación. Ocho días antes, el 8 de julio de 1967, un piquete de cuatro irresponsables entró de noche como ladrones en el santuario, forzaron la cerradura y secuestraron la imagen de la Virgen de Nuria. ¡Qué vergüenza! Lo que no pudieron los sarracenos, ni los «rojos», lo consiguieron unos chapuceros, cegados por la política. Se decían catalanistas. ¡Mentira! Eran unos hijos nefastos de Cataluña. Aquel piquete dice que protestaba porque querían obispos catalanes. ¡Dios mío, qué idiotez! secuestrar una imagen santa, consagrada por la fe de un pueblo. Una imagen, símbolo de la tierra catalana, de más de mil años de historia. Con el robo, aquellos insensatos ahogaron a Cataluña, y abofetearon a miles de catalanes que amaban y cantaban a la Virgen de Nuria.
La fiesta de la Coronación no se suspendió
Pero la fiesta de la Coronación no se suspendió como pretendían aquellos rufianes. Se llevó a cabo el 13 de julio de 1967, el día programado, sobre una imagen que el santuario tenía en reserva. Con gran solemnidad y asistencia de las autoridades eclesiásticas y civiles. La imagen auténtica fue devuelta, en silencio, al obispado de Urgel, el 26 de enero de 1972. La imagen de la Virgen y su hijito Jesús estuvieron cautivos, pues, durante 4 años, 6 meses y 18 días. ¡Qué humillación! Una historia triste, por culpa de unos hijos de Cataluña, desagradecidos y desorientados.
Joaquín Hospital Rodés, cronista judicial de «La Vanguardia» escribió en su periódico este artículo:
http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE07/HEM/1967/07/11/LVG19670711-028.pdf
La misa fue presidida por el Arzobispo de Tarragona, el cardenal Benjamín Arriba y Castro. La homilía corrió a cargo del Arzobispo de Barcelona, monseñor Marcelo González Martín. ¡Cómo sufrió don Marcelo con aquella situación!
La crónica de ABC, del 14 de julio de 1967, recoge las palabras de la homilía del entonces Arzobispo de Barcelona:
Pronunció la homilía el arzobispo de Barcelona, doctor don Marcelo González Martín, quien dijo que «los caminos que llegan hasta este valle son ruta de la cristiandad, y por ellos han pasado, a lo largo de los siglos, pastores, campesinos, hombres y mujeres que venían a implorar la protección de la Virgen Santísima, y han ido logrando normas de convivencia más estables y fijas, de las cuales fueron brotando pueblos, aldeas y ciudades».
«Estos hombres -continuó- fueron testigos de cómo se desarrolló la comunidad cristiana hasta llegar a la época actual».
Señaló también que en la devoción a la Virgen de Nuria se unen la historia y la tradición, sin perjuicio de que se entremezcle la leyenda, extendiendo una devoción que llega hasta nosotros, y culmina en este acto tan lleno de religiosidad.
«No hemos venido a coronar simplemente a la imagen de Nuestra Señora, sino a coronar toda la devoción que María despierta en los hombres, coronar un valle, una montaña, un cielo, este cielo que viene a sumarse ofreciendo una gran corona azul a la Virgen».
Glosó luego la devoción mariana a través de la historia de la Cristiandad, que nace desde su mismo inicio, e indicó que no puede extrañar que hoy se corone a María si ya lo hizo Jesús desde su misma Cruz.
«Entre nosotros -prosiguió el doctor González Martín- no deja de haber quienes, llevados quizá de un buen propósito, pero equivocado criterio, consideran que no tienen actualidad actos como éste, por considerarlos extemporáneos para la psicología actual. A ellos me dirijo para decirles que tenemos que darnos cuenta de que el propio Santo Padre ha promulgado el Año de la Fe, que todos consideramos plenamente actual. Y si este Año es actual, ¿quién puede dar mayor ejemplo de fe que María? Cuando ponemos la corona sobre sus sienes, no lo hacemos solo como un gesto pedagógico, sino para llamar a los fieles de hoy y decirles que igual que Ella vivió la fe, debemos hacerlo nosotros también».
Añadió que «si alguien en la actualidad hallase una imagen de la Virgen perdida entre los montes espontáneamente la colocaría sobre un pedestal y le ofrecería un ramo de flores y unas oraciones. Esto es lo que hicieron quienes hallaron a la Virgen de Nuria, y lo que hace la Iglesia con este acto de coronación».
Cataluña mariana
Desde el tiempo de Wifredo el Belloso y en todas las épocas de gloria y de dolor, Cataluña tiene puestos los ojos en la santa montaña y ruega por la paz, la convivencia y el progreso. «A la Virgen de Nuria vamos todos a visitar", canta hoy y siempre el pueblo catalán. Actualmente Roma ha concedido al santuario el título de basílica menor.
FRANCESC A. PICAS
Tan solo hace unos meses, y 50 años después del suceso tan desagradable que le tocó vivir al querido don Marcelo, se ha publicado con nombres propios lo ocurrido en aquella accidentada coronación. Yo, una vez más repito: ¡Gracias, Barcelona, que nos regalaste a Don Marcelo!
http://www.lavanguardia.com/cultura/20170608/423256199226/virgen-nuria-secuestro-resuelto.html
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2016/07/40-anos-del-secuestro-de-la-virgen-de.html
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