San Jorge, el dragón y el libertario
Ignacio Camacho aclaró en una tertulia que no frecuenta el tendido 7 porque para él carece de gracia la media verónica, el quite por naturales y la petición de vuelta. Sugirió, sin embargo, que, dada la radicalización de los animalistas, le entran ganas de debutar en Las Ventas con picadores. Si al final lo hace, lo mejor es que tome la alternativa en la corrida de la prensa, que es la versión actualizada de la corrida de la beneficencia ahora que los periodistas estamos sin un duro. En la que, aunque tampoco le tengo querencia al estoque, haré el paseíllo con él si esta gente insiste en equiparar los derechos del berrendo en negro con los del maletilla.
O, ya puestos, en calificar el episodio de San Jorge con el dragón como maltrato animal, como ha hecho la Federación Estudiantil Libertaria, colectivo aragonés que propone para esta historia un final alternativo: en concreto, que una mujer finiquite al santo para que el dragón escape. Se trata, claro está, de un final abierto, toda vez que es muy posible que, una vez libre, el bicho, en vez de agradecer el gesto a la dama, se dedique a lo suyo, devorar hombres, sean o no animalistas, y mujeres, sean o no libertarias.
La federación propone también acabar con el sufrimiento animal en los cuentos populares sin considerar que los tres cerditos corren menos peligro en ellos que en una granja de Guijuelo arrendada a Campofrío. De la suerte de la raposa en las fábulas no dice nada, pero es posible que sea porque desconoce lo que significa raposa o porque desconoce el género literario, que es lo más lógico. No creo que en cuestión de lecturas haya pasado de El gato con botas. Es posible, con todo, que ahora que su disparate se ha hecho viral el colectivo, a fin de mantener el nivel, pida para el toro que mató a Manolete el doctorado de cirugía invasiva.
O, ya puestos, en calificar el episodio de San Jorge con el dragón como maltrato animal, como ha hecho la Federación Estudiantil Libertaria, colectivo aragonés que propone para esta historia un final alternativo: en concreto, que una mujer finiquite al santo para que el dragón escape. Se trata, claro está, de un final abierto, toda vez que es muy posible que, una vez libre, el bicho, en vez de agradecer el gesto a la dama, se dedique a lo suyo, devorar hombres, sean o no animalistas, y mujeres, sean o no libertarias.
La federación propone también acabar con el sufrimiento animal en los cuentos populares sin considerar que los tres cerditos corren menos peligro en ellos que en una granja de Guijuelo arrendada a Campofrío. De la suerte de la raposa en las fábulas no dice nada, pero es posible que sea porque desconoce lo que significa raposa o porque desconoce el género literario, que es lo más lógico. No creo que en cuestión de lecturas haya pasado de El gato con botas. Es posible, con todo, que ahora que su disparate se ha hecho viral el colectivo, a fin de mantener el nivel, pida para el toro que mató a Manolete el doctorado de cirugía invasiva.
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