Los cuatro santos españoles de Nagasaki (3)

Los vecinos de La Parrilla tienen siempre presente a su patrón, nacido en la localidad en el año 1549 y crucificado en Japón en febrero de 1597. Su intensa vida como fraile franciscano, tras un periplo por distintos conventos españoles, le llevó a Manila ante la falta de religiosos, hasta que en mayo de 1593 partió de Filipinas para llegar hasta Japón después de treinta días de navegación.

Una vez allí, y debido a un incidente ocurrido con un barco español, el emperador nipón decidió apresar a todos los misioneros en diciembre de 1596. San Francisco de San Miguel fue trasladado con las manos atadas a la cárcel, donde se le cortó un trozo de oreja. Pocos meses después, el padre conciencia, como era llamado, fue crucificado -clavado en una cruz y atravesado por dos lanzas en forma de aspa-, la mañana del 5 de febrero de 1597 junto a otros 25 compañeros (misioneros y seglares).

En 1627, fue beatificado por el Pontífice Urbano VIII en 1627 y canonizado por el Papa Pío IX en 1862. Pocos años después de su martirio los parrillanos construyeron una capilla sobre el solar de la casa en la que nació, la actual ermita de San Francisco de San Miguel, sobre estas líneas. Es de estilo barroco, con una sola nave entre pilastras adosadas cubierta de aristas con yeserías, con crucería la capilla mayor y con una escultura de vestir del santo en su interior. En el año 2012 se cumplió el 150 aniversario del nombramiento de Santo a San Francisco de San Miguel.

Cada año, a principios del mes de febrero, los habitantes rinden culto con numerosas procesiones y misas en las que recuerdan el martirio y muerte del que denominan «nuestro hermano» y el 8 de junio, en las fiestas más populares, conmemoran el momento de la canonización de tan ilustre vecino de La Parrilla.

En este artículo encontraréis una extensa biografía:

http://www.oraciondelhuerto.es/francisco_parrilla.htm

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