Jueves, 21 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

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Publicado en 2016. Ante la actualidad de las noticias de hoy... lo rescato

Los (des) controlados de Companys

por Victor in vínculis

Javier Barraycoa Martínez (Barcelona, 1963), es sociólogo y politólogo. Ha sido profesor de la Universidad de Barcelona durante 18 años y actualmente da clases en la Universidad Abat Oliva CEU de Barcelona. Su experiencia docente abarca las áreas de Sociología, Opinión Pública y Psicología social.
 


Ayer podíamos leer en Anotaciones de Javier Barraycoa: ¿Es cierto que Companys se confesó por el rito católico antes de ser fusilado?

“Tras el ya más que esperado anuncio de la sentencia a muerte, ya todo se precipitaba. Las hermanas, muy creyentes, le estuvieron hablando de Dios y su misericordia y de que se preparase como católico para la muerte. Hubo una primera resistencia inicial, pero luego solicitó un monje capuchino (tenían fama ya por aquella época de catalanistas). Hay ciertas dudas sobre quién le atendió espiritualmente en los últimos momentos.

El historiador catalanista Josep Benet se inclina a favor del jesuita Isidre Griful (que con el tiempo se fue haciendo catalanista y algo progre). El caso es que tras una larga conversación con el sacerdote, pidió confesión, ayudó a oficiar Misa (de pequeño había sido monaguillo) y comulgó. Los últimos escritos de Companys están llenos de referencias espirituales y a Dios. Esta es una de las partes que siempre debe ser ocultada, para que resplandezca el mito”.

Y es que LIBROSLIBRES nos acaba de regalar 400 páginas al editar el nuevo libro de Javier Barraycoa: Los (des) controlados de Companys. El genocidio catalán, julio 1936-mayo 1937.

El genocidio desconocido de la Generalitat catalana

Lluís Companys: ¿mártir o verdugo? Por un lado, se quiere crear un mito útil para el victimismo nacionalista. Por otro lado, innumerables documentos de la época demuestran que buena parte del catalanismo y del republicanismo repudiaban su figura, considerándolo uno de los culpables de la pérdida de la Guerra Civil y del hundimiento del catalanismo.

Una de las causas de esta repulsa fue su pacto con el anarquismo nada más comenzar la contienda. En pocos meses, bajo su mandato se cometió un auténtico “genocidio catalán”: miles de hombres y mujeres fueron asesinados de la forma más bárbara por comités de milicias integrados no sólo por anarquistas sino también por miembros de Esquerra Republicana de Cataluña y otras formaciones políticas.

Este libro es un esfuerzo por redescubrir la complicada personalidad de Companys (bajo estas líneas) y aporta datos irrebatibles sobre su responsabilidad en el genocidio catalán y la lógica del terror revolucionario entre julio de 1936 y mayo de 1937.
 

Barraycoa afirma al final de la Introducción:

“Por último este libro quiere ser un homenaje a esas historias olvidadas de hombres sencillos, campesinos, sacerdotes, hombres de bien, empresarios, obreros y personas de toda condición que fueron injustamente asesinadas”.

Por ejemplo, en el ANEXO IV. LISTADO GLOBAL DE ASESINADOS POR PROVINCIAS, en la página 329 aparece el nombre de Magín Boltá, -padre de mi párroco Mn. Jordi Boltá, del que ya os he hablado otras veces-, asesinado por haber escondido al párroco del pueblo en su casa.

Advertimos que este libro no es un martirologio, pero sin la historia de estos hombres y mujeres anónimos, de sus sufrimientos y sacrificios, el texto no tendría sentido pleno y vital”.
 

Una de las fotografías que ilustran el libro. Quema de objetos religiosos en la plaza del mercado de Vich.

Pero el tema se trata extensamente, como no podría ser de otra manera.

En la página 190 afirma:

A nivel eclesiástico, en Cataluña se produjeron 2441 asesinatos. Entre ellos 3 obispos catalanes (sin contar los que murieron en suelo catalán), 1538 presbíteros, 824 religiosos y 76 monjas)… Como diría Jordi Albertí: “¿Pueden unos descontrolados (las patrullas de Companys) matar a 70 curas al día, que era la media de agosto de 1936?”.

Por eso en Lérida fue exterminado el 65% del clero, en Tortosa el 62%, en Vic el 27%, en Barcelona el 22%, en Gerona el 20%, en Urgel el 20% y en Solsona el 13%. En fin, un 35% del clero de toda España fue asesinado en Cataluña.

También da el autor las gracias a Hispania Martyr y a José Javier Echave-Sustaeta, como hice hace unas semanas desde este blog. Me gusta, pues, coincidir con él:
http://www.religionenlibertad.com/los-mejores-hijos-iglesia-52999.htm
 
¡COMPRÉMOSLO y GRACIAS POR ESCRIBIR SOBRE EL TEMA!
http://www.ociohispano.es/libro/los-descontrolados-companys/

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