Hoy el reto del Amor es que esta tarde vayas a visitar a alguien que te pueda estar necesitando
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2016
Lerma,13 de noviembre
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿SE AVECINAN NIEBLAS?
Estos días, cuando nos levantamos, al pasar por la galería (donde hay unos ventanales enormes que tienen vistas a la huerta) es impresionante la niebla que hay. Es todo un espectáculo, y entran ganas de abrir la ventana para observarlo, aunque, al hacerlo, el frío te sacude la cara y se te cuela hasta dentro, y tienes que cerrar en seguida.
Una de estas mañanas, andaba yo un poco encerrada en mí misma, de estas veces que te enfadas y no sabes muy bien por qué, pero que ya sólo ves por ti misma. Y con ésas salí a la huerta camino del lavadero y me topé con la niebla. Estuve observándola y me ayudó mucho a orar.
Me daba cuenta de que, en ese momento, en mi corazón también había una fuerte niebla. Porque, con la niebla, sólo puedes ver unos metros por delante de ti. Es más, sólo te ves con nitidez a ti mismo, pero a los demás no los puedes ver, no tienes visibilidad.
Me acordaba de haber conducido con niebla y de la sensación de miedo que tienes al saber que no ves nada de lo que tienes por delante.
La niebla se genera por un enfriamiento rápido. Y es que nuestro corazón, cuando deja de latir, cuando deja de amar, se enfría rápidamente y brota la niebla que nos encierra en nosotros mismos.
Pero es curioso, porque, leyendo un poco más sobre la niebla, comentaban que bastaría sólo con un poco de viento para disipar rápidamente esa nube de agua que se forma. O también desaparece si el sol vuelve a calentar la zona.
Y es que sólo el soplo del Espíritu Santo puede mover nuestras nieblas, sólo su fuego puede volver a encender nuestro corazón, para comenzar de nuevo, para que podamos ver a las personas dejando a un lado todo victimismo.
Muchas veces he oído decir "mañana de niebla, tarde de paseo", por eso, hoy el reto del Amor es que esta tarde vayas a visitar a alguien que te pueda estar necesitando. Haz la prueba, deja que el Señor disipe tus nieblas y, desde su Amor, podrás ver a los demás, mirar más por ellos, sentir con su corazón y disfrutar de cada momento, estés con quien estés.
VIVE DE CRISTO
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
Lerma,13 de noviembre
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿SE AVECINAN NIEBLAS?
Estos días, cuando nos levantamos, al pasar por la galería (donde hay unos ventanales enormes que tienen vistas a la huerta) es impresionante la niebla que hay. Es todo un espectáculo, y entran ganas de abrir la ventana para observarlo, aunque, al hacerlo, el frío te sacude la cara y se te cuela hasta dentro, y tienes que cerrar en seguida.
Una de estas mañanas, andaba yo un poco encerrada en mí misma, de estas veces que te enfadas y no sabes muy bien por qué, pero que ya sólo ves por ti misma. Y con ésas salí a la huerta camino del lavadero y me topé con la niebla. Estuve observándola y me ayudó mucho a orar.
Me daba cuenta de que, en ese momento, en mi corazón también había una fuerte niebla. Porque, con la niebla, sólo puedes ver unos metros por delante de ti. Es más, sólo te ves con nitidez a ti mismo, pero a los demás no los puedes ver, no tienes visibilidad.
Me acordaba de haber conducido con niebla y de la sensación de miedo que tienes al saber que no ves nada de lo que tienes por delante.
La niebla se genera por un enfriamiento rápido. Y es que nuestro corazón, cuando deja de latir, cuando deja de amar, se enfría rápidamente y brota la niebla que nos encierra en nosotros mismos.
Pero es curioso, porque, leyendo un poco más sobre la niebla, comentaban que bastaría sólo con un poco de viento para disipar rápidamente esa nube de agua que se forma. O también desaparece si el sol vuelve a calentar la zona.
Y es que sólo el soplo del Espíritu Santo puede mover nuestras nieblas, sólo su fuego puede volver a encender nuestro corazón, para comenzar de nuevo, para que podamos ver a las personas dejando a un lado todo victimismo.
Muchas veces he oído decir "mañana de niebla, tarde de paseo", por eso, hoy el reto del Amor es que esta tarde vayas a visitar a alguien que te pueda estar necesitando. Haz la prueba, deja que el Señor disipe tus nieblas y, desde su Amor, podrás ver a los demás, mirar más por ellos, sentir con su corazón y disfrutar de cada momento, estés con quien estés.
VIVE DE CRISTO
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