Víctor Benito Zalduondo (4)
Como escribíamos al principio de estos artículos don Víctor Benito Zalduondo (sobre estas líneas) fue fusilado junto al beato Saturnino Ortega Montealegre (bajo estas líneas) la madrugada del 6 de agosto de 1936, cerca de Calera (Toledo). Su asesinato no fue, claro está, motivado por su idea de colocar una canariera en el Paseo del Prado, pero podemos declarar que tampoco por su filiación a un partido de derechas y por sus posicionamientos políticos. Falta tocar un último aspecto que por último considero el más destacable.
Miembro activo de la Acción Católica y de la Adoración Nocturna
En la biografía inédita que el padre Alberto García-Verdugo, salesiano, escribió sobre su padre recuerda como estos hombres maduros fueron un apoyo para la Acción Católica. Su hermana Pilar recuerda como rompieron un montón de ficheros que había en casa para evitar implicar a gente y que los detuvieran los milicianos. Escribe el padre Alberto:
«A propósito de estos ficheros, Pilar recuerda también en sus Memorias los nombres de algunos de los miembros de Acción Católica: “Dos de sus consiliarios, D. Manuel de los Ríos y Martín-Rueda y D. Bernardo Urraco fueron víctimas de la persecución religiosa. Igualmente, los jóvenes militantes que daban vida al Centro: Manuel Martín Fernández-Mazuecos, Tomás Gómez Fernández, Manuel Bello Sánchez, Juventino Nieto Blanco, Tirso del Camino Sobrinos, Ildefonso Gómez Serrano, Felipe Machuca Cuchet y Antonio de Leyva Peralta.
A ellos se sumaron los mayores que alentaban la vida de aquel vivero de fe: papá, Víctor Benito Zalduondo, Alejandro Manterola Arriozola, Victoriano Álamo Puente y Gonzalo Rodríguez Arias».
Finalmente, la parroquia de Santa María la Mayor de Talavera de la Reina (Toledo) conserva una orla que, por orden del Consejo Supremo de julio de 1940, manda se tenga presente a los hermanos adoradores muertos en los días de la persecución religiosa. Tres sacerdotes: el beato Saturnino Ortega Montealegre, los siervos de Dios Félix Jiménez y Alejandro Montero. Y cuatro seglares: siervo de Dios José García-Verdugo, Tomás Gómez, Ángel Fernández-Gaytán y Víctor Benito Zalduondo.
Las dos banderas
El padre Teodoro Toni Ruiz, de la Compañía de Jesús, escribió mucho: sobre los Cinco primeros sábados de mes, Fátima y el Mensaje de Nuestra Señora, Guía del Obrero Cristiano, una vida de El Hermano Gárate y varias publicaciones más sobre él. Los Sumos Pontífices y el Apostolado de la Oración a través de un siglo 1844-1944. La encíclica de Pio XII. Mystici corpotis. Texto oficial. Prenotandos y puntos de estudio. Escribió también sobre la persecución religiosa: España vendida a Rusia, Iconoclastas y Mártires, Un párroco ejemplar. Don Liberio González Nombela…
Pero el que nos interesa es una obrita titulada Las dos banderas (En Torrijos y Talavera), escrita en 1938. En la página 98-99, leemos:
«Otra de las víctimas de la barbarie roja fue don Víctor Benito Zalduondo, concejal del Ayuntamiento y jefe de Acción Popular. Su nombre deja una dulzura grata en el recuerdo.
Dieciocho días estuvo preso. Su resignación y su oración durante ellos fue extraordinario. El se adelantó al Comité Rojo para suplicarle que a ninguno de Acción Popular se le persiguiera, si que tenían algo contra dicha organización política; porque de cuanto a la misma se le pudiera imputar en Talavera, él se hacía el único responsable. Pero que sí le perseguían por ser político de derechas y católico practicante, si en el código nuevo del Frente Popular era delito el profesar la religión de Jesucristo, entonces, sí, él moría gustoso por Dios y por la Patria.
Don Víctor Benito, con don José García-Verdugo, eran los dos únicos miembros de derechas del Ayuntamiento de Talavera; eran los dos únicos concejales que tenían la suficiente gallardía y libertad de espíritu para protestar y votar en contra de la mayoría izquierdista, siempre que en el seno de la corporación se ventilaban asuntos persecutorios de la Iglesia o de sus ministros. Don Víctor Benito y don José García-Verdugo (bajo estas líneas), no hay que decirlo, fueron los únicos que votaron a favor de la Compañía de Jesús y del Cardenal Segura, cuando se los vejó tan injusta como inicuamente en su fama y en sus derechos».
El siervo de Dios José García-Verdugo sufrió el martirio el 20 de octubre de 1936 en Madrid:
https://464martires.es/index.php/464-martires/29-toledo/laicos/78-garcia-verdugo-menoyo-jose