Hoy el reto del amor es disfrutar de ser… ¡¡hijo de Dios!!

Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 

PASA PALABRA 

Contiene la “i”: contrario de esclavo. 

Tic, tac, tic, tac… 

¿Lo tienes? 

Vale, si has respondido “libre”, como respondí yo… bienvenido al banquillo de los eliminados. Mira que te avisaba en el título que pasases palabra… 

A ver, técnicamente, hemos acertado, pero, cuando la lógica del Señor entra en juego, ¡¡las sorpresas están aseguradas!! 

La auténtica respuesta nos la da nada menos que san Pablo: lo contrario de ser esclavo es… ¡¡ser hijo!! (Rm 8, 15; Ga 4, 7…).

No es lo mismo dar un montón de dinero a un mendigo… que tomarlo de la calle y acogerlo en tu casa. ¡¡Y esa es la maravilla que Cristo ha realizado!! Cristo quita de tus hombros el peso del pecado, rompe las cadenas de tu esclavitud… sí, pero no te deja tirado, abandonado, solo en medio de la nada: Cristo te introduce en su familia, ¡¡te convierte en hijo de Dios!!

Los verdaderamente libres… son los que son hijos. Porque se saben cuidados, protegidos, por el mejor Padre. Ya no hay miedo, ni preocupación, estamos en Sus manos. 

Cristo resucitado es la prueba de que nuestro Dios es un Dios que ama y, porque ama, sufre. No es indiferente a tu vida, a tu respuesta. Y prefiere mil veces morir antes que perderte. No importa si te alejas, si vuelves a llenarte de cadenas: Jesús siempre te estará esperando con los brazos abiertos, porque Él es Misericordia. 

Jesús te dice hoy que el mal no tiene la última palabra. Su corazón está herido, sí… o, mejor dicho, está abierto. Abierto para ti. Pues eso es lo que significa “misericordia”: es el amor más grande. No el que se enamora de lo maravilloso del otro, ¡eso es tan fácil…! Se trata de ese amor tan inmenso que ve lo peor de ti… y se abaja para abrazarlo. Es el amor que te ama tal y como eres. De verdad, a fondo… a corazón abierto. 

Hoy el reto del amor es disfrutar de ser… ¡¡hijo de Dios!! Quizá lo hemos oído tantas veces que no nos damos cuenta de lo impresionante que es… ¡¡no somos esclavos, pues Cristo nos ha hecho hijos!! Y no te dejará… porque tú eres parte de su Familia. Pase lo que pase, siempre te esperará, te amará. Cada instante de tu vida es tiempo de misericordia. 

VIVE DE CRISTO

¡Feliz día!