Volviendo a la O.N.U. de mi pueblo (5)
por Un obispo opina
VOLVIENDO A LA O.N.U. DE MI PUEBLO (5)
INCOHERENCIAS
Salvaor inicia hoy la conversación. Entre sorbito y sorbito de café y de brandy que causan envidia a los que padecen del estómago, va desgranando varias cuestiones que están en el ambiente. Viene con el periódico recién comprado y que trae algunas noticias sobre lo que está pasando en Valencia. Una, sobre el follón que han montado sobre el museo de las clarisas. Y digo yo, si el ayuntamiento se comprometió a cuidar del museo en el que hay muchas y valiosas obras de arte y la alcaldía ni se dignó acusar recibo de la carta que le escribieron las clarisas sobre la falta de vigilancia en el museo, con lo que podrían desaparecer algunas obras muy valiosas…. Pues, claro, debido a la facilidad con que los cacos roban o destruyen las obras de arte, las clarisas retiraron las obras del museo, se las llevaron al convento y las repondrían cuando hubiese vigilancia. Menudo follón se ha armado.
José interviene diciendo: pues no es nada esto del museo. Ahora van a proponer que Valencia sea la capital del festival del sexo libre o como se llame.
Juan dice: otro notición. Me pregunto si aquí en España ¿no habrá mucho odio a todo lo que suene a Iglesia? Habría que pensarlo en serio. Sin embargo me da la impresión de que no quieren romper claramente con la Iglesia, pero que les estorba y no mueven un dedo ni siquiera para reconocer lo positivo que la Iglesia está haciendo en España. Sólo un interrogante ¿por qué la gente necesitada no acude a sindicatos ni a instituciones del Estado sino a Cáritas y a las parroquias?
Andrés añade: Otra cosa que tampoco acabo de entender es la presencia de algún político interviniendo en celebraciones religiosas y que, al mismo tiempo, se declara no creyente. Aunque si están bautizados son cristianos, quieran o no. También da pena ver a algunos políticos que parecen haber recibido la consigna de no hacer ningún gesto de fe en las celebraciones a las que acuden oficialmente. Serios e inexpresivos, con los brazos cruzados o con las manos detrás, y mirando de reojo a la gente para saber si hay que estar de pie, de rodillas o sentados; y ahí los tienes como si estuviesen en una celebración budista o mahometana. Infantilismo puro.
Si en la actualidad ser español no coincide con ser creyente, seamos serios y quien no lo sea, que no haga parodias ante una comunidad cristiana, teatralizando unas costumbres que tuvieron su origen cuando eran católicos prácticamente todos los españoles.
José Gea
INCOHERENCIAS
Salvaor inicia hoy la conversación. Entre sorbito y sorbito de café y de brandy que causan envidia a los que padecen del estómago, va desgranando varias cuestiones que están en el ambiente. Viene con el periódico recién comprado y que trae algunas noticias sobre lo que está pasando en Valencia. Una, sobre el follón que han montado sobre el museo de las clarisas. Y digo yo, si el ayuntamiento se comprometió a cuidar del museo en el que hay muchas y valiosas obras de arte y la alcaldía ni se dignó acusar recibo de la carta que le escribieron las clarisas sobre la falta de vigilancia en el museo, con lo que podrían desaparecer algunas obras muy valiosas…. Pues, claro, debido a la facilidad con que los cacos roban o destruyen las obras de arte, las clarisas retiraron las obras del museo, se las llevaron al convento y las repondrían cuando hubiese vigilancia. Menudo follón se ha armado.
José interviene diciendo: pues no es nada esto del museo. Ahora van a proponer que Valencia sea la capital del festival del sexo libre o como se llame.
Juan dice: otro notición. Me pregunto si aquí en España ¿no habrá mucho odio a todo lo que suene a Iglesia? Habría que pensarlo en serio. Sin embargo me da la impresión de que no quieren romper claramente con la Iglesia, pero que les estorba y no mueven un dedo ni siquiera para reconocer lo positivo que la Iglesia está haciendo en España. Sólo un interrogante ¿por qué la gente necesitada no acude a sindicatos ni a instituciones del Estado sino a Cáritas y a las parroquias?
Andrés añade: Otra cosa que tampoco acabo de entender es la presencia de algún político interviniendo en celebraciones religiosas y que, al mismo tiempo, se declara no creyente. Aunque si están bautizados son cristianos, quieran o no. También da pena ver a algunos políticos que parecen haber recibido la consigna de no hacer ningún gesto de fe en las celebraciones a las que acuden oficialmente. Serios e inexpresivos, con los brazos cruzados o con las manos detrás, y mirando de reojo a la gente para saber si hay que estar de pie, de rodillas o sentados; y ahí los tienes como si estuviesen en una celebración budista o mahometana. Infantilismo puro.
Si en la actualidad ser español no coincide con ser creyente, seamos serios y quien no lo sea, que no haga parodias ante una comunidad cristiana, teatralizando unas costumbres que tuvieron su origen cuando eran católicos prácticamente todos los españoles.
José Gea
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