Historia escrita por el jesuita Padre José Caballero
Cerro de los Ángeles: Corazón de España - 1
El padre José Caballero, sacerdote de la Compañía de Jesús y Director del Secretariado del Sagrado Corazón, publicó el excelente trabajo Corazón de España. Historia del Monumento del Cerro de los Ángeles (1900-1976). Lo hizo coincidiendo con el XL aniversario de la liberación del Cerro, el 7 de noviembre de 1936. En este año en el que celebramos el centenario de la consagración de España al Corazón de Jesús, vamos a recoger la mayoría de sus páginas para que nuestros lectores puedan conocer esta historia de fidelidad al Corazón de Cristo.
CORAZÓN DE LA HISPANIDAD
«Por fin podemos ofrecer en estas páginas el fruto de largos años de búsqueda. Tarea trabajosa, pero aceptada y perseguida con gozo para que puedan todos, en adelante, recordar la trayectoria de una idea hasta su realización en el actual Monumento. Lo tiene el peregrino ante sus ojos, en el centro mismo de la Península, que con toda razón podemos llamar el corazón de España, su altar mayor, con aspectos de Tabor y Calvario, expresión palpable y en presencia de aquella promesa -Reinaré en España- esculpida al pie de la imagen. Pero entendida en toda la amplitud que encerraba entonces lo que hoy llamamos Hispanidad o Mundo Hispánico.
El Cerro de los Ángeles forma parte de aquellos tres jalones, evocados por Juan XXIII en 1961, alzados en nuestro suelo para proclamar nuestros sentimientos hacia el Corazón de Cristo y recibir de Él continuos raudales de misericordia y de gracia: Valladolid, testigo de la Promesa de especial reinado; el Tibidabo, templo expiatorio, y el Cerro de los Ángeles, testimonio de nuestra respuesta de Consagración, con acento humilde de reparación».
CAPÍTULO I
CENTRO GEOGRÁFICO Y RELIGIOSO
Así podemos llamar a este pequeño montículo, a poca distancia del punto exacto que sirve de centro para el mapa de la Península, y, a modo de observatorio, permite contemplar, al fondo, la capital de España (a 13 kilómetros de distancia), cuyo ensanche continuo casi llega hoy hasta sus pies.
Una modesta ermita que corona su planicie, dedicada a la Virgen de los Ángeles, patrona del cercano pueblo de Getafe, da su nombre a este lugar, uniendo así en estrecho vínculo la piedad española hacia la Virgen con su Hijo.
1.- PRIMERA IDEA DEL MONUMENTO AL SAGRADO CORAZÓN
Consta por una carta abierta, fechada el 13 de junio de 1900, al director de Semana Católica, don Francisco Belda y Pérez de Nueros, publicada en su número de 17 de junio de aquel año. Aparecía como un ensueño, describiendo al por menor lo que debería ser realidad: un monumento consagrado al Corazón de Jesús y a la Inmaculada delante de la ermita de la Virgen de los Ángeles. Da luego la razón de haberse escogido este sitio, y hace una descripción del monumento que, en gran parte, se realizó en el antiguo y luego en el moderno.
¡La primera semilla estaba lanzada! En la citada revista continuaba el mismo señor Belda sugiriendo su plan, que, sin duda por las circunstancias adversas de entonces, quedó como desterrado y casi en el olvido.
La solemnidad extraordinaria del Congreso Eucarístico de Madrid en 1911, con aquel final inesperado de la Consagración a España, en el salón del trono de palacio, ante sus majestades, sirvió de nuevo impulso que hizo brotar aquella primera idea de 1900 en el alma de otro seglar, don Ramón Rodrigo Nocedal, fervoro miembro de la Adoración Nocturna y terciario franciscano de la iglesia de San Fermín de los Navarros. Tres años más tarde comunicaba su idea al P. José Rubio, jesuita [San José María Rubio, canonizado en 2003], y más tarde al entusiasta promotor de la entronización del Corazón de Jesús en los hogares, P. Mateo Crawley, SS.CC., recién llegado a España (bajo estas líneas).
Consta que la primera idea de este fervoroso apóstol del Sagrado Corazón fue la de erigir una estatua en algún sitio céntrico de la capital de España como expresión y recuerdo de las familias consagradas. Y lo mismo pensaba su compañero P. Calasanz Baradat. Al conocer la otra idea, de un monumento nacional en el centro geográfico de España, la adoptaron con todo entusiasmo como complemento de la suya, más modesta, y así colaboraron hasta su realización en 1919.