Mártires de la caridad

Cuidar de los ancianos, optar por los más pobres entre los pobres. A eso se dedicaban las cuatro hermanas Misioneras de la Caridad (congregación fundada por la Madre Teresa de Calcuta) en la ciudad de Adén , al sur de Yemen. Y la opción por vivir la caridad hasta un grado extremo fue la que llevó a estas religiosas a morir asesinadas el pasado viernes 4 de marzo, de manos de extremistas musulmanes quienes las juzgaron de hacer proselitismo cristiano.

Ellas eran Anselm de India, Judith de Kenia, Margherite y Reginette de Ruanda. La superiora logró esconderse y sobrevivió a esta masacre, donde murieron también otras 12 personas que hacían parte del hogar que ellas atendían.

Con estas religiosas se encontraba el padre Tom Uzhunnalil, sacerdote salesiano proveniente de la India y quien hasta el cierre de esta columna se encontraba desaparecido.

Posiblemente fue secuestrado de manos de los terroristas.
La ínfima minoría cristiana de la población Yemení suele concentrarse en Adén, donde el año pasado fue quemado uno de los cinco templos católicos que tiene Yemen.

Desde 1990, con la reunificación de esta nación, el fundamentalismo islámico ha silenciado cada vez más la práctica cualquier tipo de credo diferente al que profesa el 99 por ciento de la población. Muchos cristianos, provenientes de países como India, Filipinas y naciones africanas, han tenido que huir o convertirse de manera forzosa al Islam. Los musulmanes que dejan su fe son condenados a terribles castigos, incluso a la pena de muerte.

Es la segunda vez que las hermanas Misioneras de la Caridad sufren un ataque en Yemen. En 1998, hombres armados atacaron un centro que tenían de cuidados para discapacitados, en el que murieron dos enfermeras, procedentes de India y Filipinas. Pero el miedo no las paralizó y aún en medio de estas circunstancias ellas continuaron su labor en este convulsionado país, sirviendo a los más pobres entre los pobres.

El conflicto que sufre Yemen entre el movimiento rebelde chiita de los hutíes contra el gobierno del sunita Abdo Rabu Mansur ha dejado desde el año pasado un saldo de 3 mil civiles muertos. Y el pasado viernes el turno fue para las cuatro hermanas Misioneras de la Caridad y para las personas que atendían con tanto amor y desinterés.

“Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia”, dijo el Papa Francisco emocionado durante el rezo del ángelus el pasado domingo. “Son víctimas del ataque, de aquellos que les han asesinado, y de la indiferencia, de esta globalización de la indiferencia, del ‘no importa’”, denunció el Papa.

El amor por los enfermos y ancianos que cuidaban fue más grande que su propia vida. Valientemente optaron por quedarse pese al peligro que corrían.

“Que la Madre Teresa acompañe en el paraíso a estas hijas suyas mártires de la caridad, e interceda por la paz y el sacro respeto de la vida humana”, dijo el Papa en el ángelus.

Artículo publicado originalmente en www.elcolombiano.com