Arrojados al mar

Recordaba hace unos meses que “Il Mattino Illustrato” fue la primera revista italiana en huecograbado. Apareció en 1924 y las nuevas tecnologías tipográficas consiguieron unir la fotografía en color a las noticias de la época. Después de veinte años a la venta, desapareció al concluir la Segunda Guerra Mundial. La idea fue de Antonio Scarfoglio, primogénito del fundador del diario “Il Mattino”.

En la revista aparecen noticias sobre la Guerra Civil española y también episodios de nuestra persecución religiosa. Cuando no había fotografía con la que acompañar la noticia que se daba, un ilustrador preparaba un dibujo. Este que hoy presentamos es de Ugo Matania y apareció en la contraportada del ejemplar que fue publicado la semana del 8 al 15 de marzo de 1937.

Bajo el dibujo, este texto: “La ferocidad roja en España – Cadáveres de prisioneros españoles encadenados, lanzados al mar por los bolcheviques y llevados por la corriente hasta las costas francesas: el macabro hallazgo de los despojos abandonados sobre las playas del Atlántico.

El dibujo habla por sí solo. Para los maledicentes La Prensa publicaba la siguiente noticia el 19 de septiembre de 1937:

La Sociedad de Medicina de Francia certifica en sesión pública que los cadáveres aparecidos en las costas francesas pertenecen a españoles que fueron arrojados vivos y maniatados, al mar, por los rojos separatistas del Norte.

La Revista Médica Francesa, del día 4 del actual, publica una referencia de las varias comunicaciones presentadas a la Sociedad de Medicina de Francia, y entre ellas figura la siguiente: las autopsias practicadas a 7 cadáveres humanos, atados entre sí, por cuatro médicos de Nantes, exponen los resultados de siete autopsias practicadas sobre los cadáveres arrojados al mar en las costas del Loire inferior. Estos cadáveres estaban todos atados de la misma manera y con cuerdas de la misma procedencia. Habían sido echado vivos al mar y la muerte se remonta a unos cinco meses. Por los restos de las ropas y vestidos se puede deducir que se trataba de personas procedentes de España. Muchos de los cadáveres presentaban marcas de violencia.

Lanzados al mar en las noches del 3 y 4 de diciembre de 1936

El pasado 3 de octubre de 2015 un grupo de monjes de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia (Trapa), en Santa María de Viaceli (Cóbreces –Cantabria) fueron beatificados en la Catedral de Santander. Así sufrieron ellos el martirio.

Según testimonio de un oblato de quince años que luego sería liberado, los religiosos, con las manos atadas a la espalda, fueron sacados en un camión en dos grupos, uno presidido por el prior Pío Heredia y los frailes Amadeo García; Valeriano Rodríguez; Juan Ferris; Álvaro González y Antonio Delgado, en la noche del 3 de diciembre, y el otro, formado por los frailes  Eustaquio García; Ángel de la Vega, Ezequiel Álvaro de la Fuente; Eulogio Álvarez y Bienvenido Mata, lo fueron en la noche siguiente.

De estos hermanos no se supo nada más. ¿Arrojados al mar contra las rocas del faro de Santander o conducidos en barca y hundidos en las aguas profundas de la bahía? La primera hipótesis, testimoniada por quien la oyó a uno de los ejecutores, parece la más probable. Días después el mar devolvió a la costa algunos cadáveres que aún conservaban las ligaduras de las manos a la espalda y los labios cosidos con alambre.

            Sin embargo, el siguiente caso, de un agustino ya beatificado, se asemeja más a lo expresado por el pintor italiano, para su revista, sobre el hallazgo macabro de varios cadáveres arrojados a las costas francesas.

Tierras de mártires: de Santander a La Vendée

Hace casi 80 años sufrieron el martirio los agustinos del Colegio para niños pobres en la calle Ruamayor de Santander. Nos lo cuenta el Padre Eliseo Bardón Bardón en su libro “104 mártires de Cristo, 98 agustinos y 6 clérigos diocesanos” escrito en colaboración con el padre Modesto González y publicado en Madrid en 2008. En el podemos encontrar (páginas 176-177) la historia del beato Epifanio Gómez Álvaro, que fue beatificado en Roma, el 28 de octubre de 2007, junto a 497 mártires más de la persecución religiosa española.

Epifanio era natural de Lerma (Burgos) y nació el 7 de abril de 1874. Profesó como religioso agustino en 1890. Tras ordenarse sacerdote en Filipinas, en 1899 regresó enfermo a España. Tras recuperarse fue enviado a Brasil, donde desarrolló una gran actividad.

Cuando estalló la guerra civil y arreció la persecución religiosa, se refugió en una casa particular, donde pudo celebrar misa a diario. Finalmente, los últimos días del mes de diciembre cuando, estando en la estación, se disponía a tomar el tren que lo conduciría a Bilbao el 21 de diciembre de 1936, y fue llevado a la checa del comisario socialista Neila. Lo sacaron de noche, para arrojarlo vivo desde el Faro al mar, con las manos atadas a la cintura y una piedra colgada al cuello.

Los datos publicados por una comisión de médicos franceses, para hacer el estudio técnico de un grupo de cadáveres arrastrados por las corrientes marinas hasta las playas de La Vendée, demuestran que el padre Epifanio se encontraba entre ellos por tener marcadas las prendas personales.

Puedes leer también:

http://www.religionenlibertad.com/14h-del-28-de-octubre-en-la-checa-de-neila-en-18510.htm