El reto de hoy es orar por los que no conocen a Cristo
por El Reto Del Amor
Año del Señor 2016
Lerma, 10 de enero
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡QUÉ RÁPIDO CRECIMIENTO!
Cuando ayer hacíamos la limpieza de la iglesia, tuvimos que quitar el precioso Niño Jesús que estaba al pie del altar.
Me preguntó Aroa:
-¿Y por qué, si aún es tiempo de Navidad?
La contesto:
-Pues porque no pega que se esté bautizando en el Jordán... y siga aquí recién nacido...
Y es que la Liturgia da muchos saltos para poder explicar el Misterio completo de cómo y a qué vino al mundo el Hijo de Dios. Estos saltos nos enseñan también a vivir dispuestos a cambios, preparados para escuchar el mensaje del Evangelio en las distintas circunstancias que tenemos en la vida y, a veces (ya lo creo), tenemos que experimentar un crecimiento rápido, bien porque cambia el lugar, la situación, el medio en que se desarrolla tu vida, o bien porque cambian las amistades o personas con que convives, el trabajo o el estado de vida, etc.
Cuando tienes que adaptarte a algo nuevo, tienes que crecer rápidamente, saltar el miedo y confiar en que Aquél que comenzó en ti la obra, te acompaña en cada paso y se sirve de todo para llevarte a la meta.
Cristo fue Bautizado por Juan. A simple vista parece innecesario, no tiene sentido; pero Él iba primero y quiso enseñarnos para que sigamos sus huellas. Pero... ¡aún hay más! Él no sólo es un modelo a seguir... Cristo lo hace en ti. En la vida nos surgen bautismos de agua y de sangre, y, en todo ello, Cristo va por delante, dándote su Mano, levantándote con su fuerza, derrochando en ti su gracia... Porque Él se ha bautizado primero, tú nunca entrarás en el río solo. Él va contigo.
Por eso, no nos achiquemos ante el compromiso con Él, porque la fuerza nos viene del Espíritu que baja del cielo. Es un gozo ser bautizados, porque nos configura con y en Cristo, ¡somos hijos amados de Dios! Por eso tenemos que desear y pedir que muchos entren en esta familia, que caigan los impedimentos y que descubran lo que esto supone y la Vida que da.
El reto de hoy es orar por los que no conocen a Cristo, para que el agua y el Espíritu salpique su corazón y les abra a un encuentro profundo con Él. Y, por supuesto: dar gracias por el Bautismo recibido.
VIVE DE CRISTO
http://dominicaslerma.es/
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
Lerma, 10 de enero
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡QUÉ RÁPIDO CRECIMIENTO!
Cuando ayer hacíamos la limpieza de la iglesia, tuvimos que quitar el precioso Niño Jesús que estaba al pie del altar.
Me preguntó Aroa:
-¿Y por qué, si aún es tiempo de Navidad?
La contesto:
-Pues porque no pega que se esté bautizando en el Jordán... y siga aquí recién nacido...
Y es que la Liturgia da muchos saltos para poder explicar el Misterio completo de cómo y a qué vino al mundo el Hijo de Dios. Estos saltos nos enseñan también a vivir dispuestos a cambios, preparados para escuchar el mensaje del Evangelio en las distintas circunstancias que tenemos en la vida y, a veces (ya lo creo), tenemos que experimentar un crecimiento rápido, bien porque cambia el lugar, la situación, el medio en que se desarrolla tu vida, o bien porque cambian las amistades o personas con que convives, el trabajo o el estado de vida, etc.
Cuando tienes que adaptarte a algo nuevo, tienes que crecer rápidamente, saltar el miedo y confiar en que Aquél que comenzó en ti la obra, te acompaña en cada paso y se sirve de todo para llevarte a la meta.
Cristo fue Bautizado por Juan. A simple vista parece innecesario, no tiene sentido; pero Él iba primero y quiso enseñarnos para que sigamos sus huellas. Pero... ¡aún hay más! Él no sólo es un modelo a seguir... Cristo lo hace en ti. En la vida nos surgen bautismos de agua y de sangre, y, en todo ello, Cristo va por delante, dándote su Mano, levantándote con su fuerza, derrochando en ti su gracia... Porque Él se ha bautizado primero, tú nunca entrarás en el río solo. Él va contigo.
Por eso, no nos achiquemos ante el compromiso con Él, porque la fuerza nos viene del Espíritu que baja del cielo. Es un gozo ser bautizados, porque nos configura con y en Cristo, ¡somos hijos amados de Dios! Por eso tenemos que desear y pedir que muchos entren en esta familia, que caigan los impedimentos y que descubran lo que esto supone y la Vida que da.
El reto de hoy es orar por los que no conocen a Cristo, para que el agua y el Espíritu salpique su corazón y les abra a un encuentro profundo con Él. Y, por supuesto: dar gracias por el Bautismo recibido.
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