Los católicos y la política
Los católicos y la política
Los católicos y la política
Pocos pensadores católicos salen a la palestra a defender los valores y principios cristianos en circunstancias tan trascendentales como son las elecciones para un nuevo Parlamento. El caso es que hay gente muy bien pensante, incluso en los mismos partidos políticos. Pero pienso que hay mucho respeto humano, demasiada prudencia, excesiva discreción. Se habla de todo, incluso en contra de la Iglesia Católica, no por cierto contra otras confesiones religiosas. ¿Por qué será? Seguramente porque aún quedan prendidos de las alas de la inteligencia emocional de muchos el trasnochado anticlericalismo heredado de épocas históricas trasnochadas que no les deja volar. O tal vez sea porque es precisamente la Iglesia Católica la que dice más claramente las verdades que a muchos no les interesa oír. Y los partidos políticos, en su inmensa mayoría, eluden el tema, o directamente lo denigran.
Quiero destacar a dos personas que suelen dar la cara con frecuencia para defender la Verdad, confesando su condición de católicos, incluso desde opciones políticas diversas. Me refiero al escritor y pensador Juan Manuel de Prada y al Embajador que fue de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez. Haré mención hoy especialmente a este último.
El ex alcalde de La Coruña, el socialista Francisco Vázquez, firmó el domingo la tercera de ABC titulada El voto de los católicos. En el artículo, Vázquez reclama libertad religiosa en un momento en el que el laicismo agresivo se ha extendido en España hasta el punto de poner en riesgo las libertades del ejercicio religioso.
Tradicionalmente se ha distinguido en la defensa de la vida, por ello no sólo critica a la izquierda, sino también al PP recordando que los parlamentarios provida populares han sido “marginados o expulsados” de las listas electorales con las que el partido concurrirá al 20 de diciembre.
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El ex alcalde de La Coruña lamenta el trato dispensado a los católicos por las distintas administraciones públicas en los últimos tiempos. “Los católicos nos hemos visto engañados por unos y amenazados por otros, y siempre ninguneados por todos, carentes del más mínimo gesto de atención o de cariño, como el que reciben otras minorías (más minoritarias) por razones de género, inclinación sexual, confesión religiosa o sencillamente por presuntos derechos históricos”.
Asimismo, Francisco Vázquez pone el énfasis en el ‘boicot’ que ejercen muchos ayuntamientos contra las tradiciones cristianas. “Cuando en estas fiestas de Navidad los ayuntamientos boicotean la condición cristiana de estos días, no prohíben las fiestas, simplemente sustituyen los símbolos y referencias cristianas por un modelo festivo que responde a sus criterios ideológicos“.
Con motivo de recibir el año pasado el premio Mariano de Cavia por su Tercera «España», entre otras cosas habló entonces de la Libertad de Culto en estos términos:
«Es un absurdo tremendo. Me preocupa mucho el resurgir de una intolerancia surgida de ese sectarismo ideológico en el cual empiezan a renacer corrientes de extrema izquierda que son las que se consideran en posesión de la verdad y que el fin justifica cualquier medio. El negar una de las libertades fundamentales, como es la de culto, es una falta de respeto tremenda. No hay ningún país europeo en el que se plantee esta cuestión. Ni Francia, ni Alemania ni los Países Bajos, donde las condiciones religiosas están protegidas y amparadas por la sociedad y el sistema de gobierno. Este sectarismo del siglo XIX que está apareciendo en España es una huida hacia adelante y una manera de desviar la atención de los problemas reales que hay, pero sobre todo es un aviso de una amenaza sectaria que tenemos en puertas en caso de que estos grupos pudieran imponer sus criterios».
Ante la valentía y sinceridad de este personaje bien pensante, no tengo otra opción que saludarle desde aquí, y darle las gracias por su valentía y coherencia. Así son los hombres grandes que han hecho historia.
Es necesario que los nuevos políticos que hoy ocupan la palestra de lanzamiento a los puestos de máxima responsabilidad, escuchen, y tomen buena nota, de los “viejos” y sabios políticos que hicieron posible una España libre y en paz. Ya dijo Jesucristo: “La Verdad nos hará libres”. Necesitamos hombres y mujeres que, en nuestro nombre, y porque nosotros los hemos elegido, se tomen a España en serio desde la inteligencia y el corazón.
Juan García Inza