Ser una alternativa al pensamiento dominante

Para nadie es un secreto que existe una ideología o pensamiento dominante en materia de bioética, sexualidad, familia y política que busca censurar lo que la Iglesia opina al respecto. Lo anterior, nos pone a los católicos en una posición difícil; sin embargo, ¿qué hacer? O, mejor dicho, ¿qué no hay que hacer? Partamos de la segunda pregunta. Tres cosas que hay que evitar frente al pensamiento dominante:

1. Hablar o escribir de manera impulsiva. Todo lo que hagamos tiene que partir del estudio, del análisis y, por supuesto, de la oración que nos permite pensar antes de actuar.
2. Caer en dimes y diretes en lugar de aprovechar ese tiempo en formar personas.
3. Confundir la apologética con el insulto.

Una vez que tenemos claro lo que hay que evitar, ¿cuál es la propuesta? Ser una alternativa al pensamiento dominante. Ahora bien, ¿cómo conseguirlo? A partir de tres pistas:

1. Siendo coherentes con nuestra fe aún en medio de las incomprensiones que se puedan presentar. Esto implica conocerla a fondo, dejarse acompañar por alguien con experiencia, confrontar constantemente nuestra idea de dios con el Dios de la Biblia, para evaluar si no lo estamos distorsionando y recordar que la clave es la fidelidad a Jesús y no a las ideologías.
2. Exponer nuestras razones si el contexto se presta. No tenemos que hablar todo el día de lo mismo. Decir las cosas con total claridad, abrir otra perspectiva, pero en el momento adecuado.
3. Acoger al que llega golpeado por el pensamiento predominante. Es decir, al que ya lo probó y pudo comprobar que sus expectativas, ese deseo innato de trascendencia, no quedó satisfecho. Hacerlo, sin prejuicios. Recibir y aplicar la idea del “hospital de campaña” del Papa Francisco.

Y, por último, enseñar en las plataformas pastorales (colegios, grupos, parroquias, universidades, etc.) una de las máximas de Benedicto XVI: “El catolicismo no es un cúmulo de prohibiciones, sino una opción positiva. Y es muy importante que esto se vea nuevamente, ya que hoy esta conciencia ha desaparecido casi completamente”[1].

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[1]Entrevista realizada el 5 de agosto de 2006 con la participación de Deutsche Welle, Bayerischer Rundfunk, ZDF y Radio Vaticano:

https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2006/august/documents/hf_ben-xvi_spe_20060805_intervista.html