El salmo 21 en "La Espina de Dios"
Escribe Francisco Pérez Herrero, en Liturgia Dominical (nº 2103) que “por la fuerza de las imágenes y la sinceridad que rezuma cada palabra, el salmo 21 es una de las lamentaciones más impresionantes de todo el salterio. El grito inicial refleja la tragedia de un hombre justo, sometido al sufrimiento, despreciado por los suyos y abandonado de Dios. A la pormenorizada descripción de esta situación sigue un súplica intensa y confiada al Dios que no puede olvidar a los pobres y oprimidos. Todo concluye con un canto de alabanza y acción de gracias al Señor, canto en el que están llamados a participar todos los que creen y esperan en Él”.
Por su parte, el jesuita Bertrand de Margerie, de la Academia Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma afirma que “en el año 395, en el contexto donatista, san Agustín de Hipona comenta -por primer vez- el salmo 21, mesiánico y eclesial. Interpreta el grito del salmista: ¿Dios mío, Dios mío. por qué me has abandonado?, en los siguientes términos:
“¿Qué quería decir el Señor? Dios no lo había abandonado, porque el Señor mismo era Dios, Hijo de Dios; ¿por qué entonces estas palabras? Porque nosotros estábamos presentes, porque el Cuerpo de Cristo es la Iglesia (Ef 1, 23). El Señor parecía decir: este Salmo fue escrito acerca de Mí: “La voz de mis pecados aleja de mí la salvación”. ¿Cuáles pecados? Cómo puede decir mis pecados sino porque reza por nuestros pecados e hizo de nuestros pecados sus pecados, para hacer de su justicia nuestra justicia”
…A los ojos del joven sacerdote Agustín, es en nuestro nombre y no en el suyo que Jesús retoma el grito del salmista. Aún más: hablando en nuestro nombre de sus pecados Jesús reza por nosotros los pecadores, nos justifica y salva. Estas palabras no sólo no significan un imposible abandono del Verbo consubstancial por el Padre eterno, ni siquiera manifestarían un sufrimiento, una pasividad de la humanidad asumida por este Verbo, sino más bien subrayan su actividad salvífica.
Podéis leer el artículo completo en este enlace:
https://www.aciprensa.com/fiestas/cuaresma/honorato.htm
En “La Espina de Dios” del director Óscar Parra de Carrizosa aparece, entre muchas cosas, una genialidad no mostrada hasta ahora en el cine. Cuando Cristo, desde la Cruz, comienza el salmo 21:
“¿Dios mío, Dios mío. por qué me has abandonado?”
La cámara, desciende lentamente, y aparece la Santísima Virgen María y el apóstol Juan, continuando con la recitación del salmo, como era costumbre en el pueblo judío. Los evangelistas citan las primeras palabras de este salmo y no las últimas que son las esperanzadoras. Para la mentalidad judía citar el comienzo de un salmo equivale a citar el salmo entero. Por lo tanto, al poner las palabras iniciales, los escritores dan a entender que Jesús recitó todo el salmo…
Romereports ha publicado en español y en inglés esta noticia:
El público ha dicho:
"Las risas de la cena en la casa de Pedro han sido sin duda mi gran sorpresa, una película religiosa y emotiva con sentido del humor".
"Me ha llegado a emocionar mucho cuando le ponen la corona".
"La Última Cena, despidiéndose Jesús de sus discípulos, con esa banda sonora... Me llegó al alma".
"He visto la película y no tengo palabras. Me ha encantado, muestra a un Jesús más humano, más cercano a los hombres y al mismo tiempo un hombre divino".
"Me ha fascinado el inicio fresco y abierto y me ha entusiasmado la técnica usada para ir integrando a cada uno de los apóstoles".
"Mis felicitaciones a los guionistas porque he visto una película sobre Jesús de Nazaret que no me ha aburrido nada".
"Felicidades Óscar Parra de Carrizosa quiero felicitar a todo el elenco de artistas por la gran interpretación que cada uno ha tenido en esta película y felicitar por la banda sonora maravillosa al compositor".
www.laespinadedios.com
Por su parte, el jesuita Bertrand de Margerie, de la Academia Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma afirma que “en el año 395, en el contexto donatista, san Agustín de Hipona comenta -por primer vez- el salmo 21, mesiánico y eclesial. Interpreta el grito del salmista: ¿Dios mío, Dios mío. por qué me has abandonado?, en los siguientes términos:
“¿Qué quería decir el Señor? Dios no lo había abandonado, porque el Señor mismo era Dios, Hijo de Dios; ¿por qué entonces estas palabras? Porque nosotros estábamos presentes, porque el Cuerpo de Cristo es la Iglesia (Ef 1, 23). El Señor parecía decir: este Salmo fue escrito acerca de Mí: “La voz de mis pecados aleja de mí la salvación”. ¿Cuáles pecados? Cómo puede decir mis pecados sino porque reza por nuestros pecados e hizo de nuestros pecados sus pecados, para hacer de su justicia nuestra justicia”
…A los ojos del joven sacerdote Agustín, es en nuestro nombre y no en el suyo que Jesús retoma el grito del salmista. Aún más: hablando en nuestro nombre de sus pecados Jesús reza por nosotros los pecadores, nos justifica y salva. Estas palabras no sólo no significan un imposible abandono del Verbo consubstancial por el Padre eterno, ni siquiera manifestarían un sufrimiento, una pasividad de la humanidad asumida por este Verbo, sino más bien subrayan su actividad salvífica.
Podéis leer el artículo completo en este enlace:
https://www.aciprensa.com/fiestas/cuaresma/honorato.htm
En “La Espina de Dios” del director Óscar Parra de Carrizosa aparece, entre muchas cosas, una genialidad no mostrada hasta ahora en el cine. Cuando Cristo, desde la Cruz, comienza el salmo 21:
“¿Dios mío, Dios mío. por qué me has abandonado?”
La cámara, desciende lentamente, y aparece la Santísima Virgen María y el apóstol Juan, continuando con la recitación del salmo, como era costumbre en el pueblo judío. Los evangelistas citan las primeras palabras de este salmo y no las últimas que son las esperanzadoras. Para la mentalidad judía citar el comienzo de un salmo equivale a citar el salmo entero. Por lo tanto, al poner las palabras iniciales, los escritores dan a entender que Jesús recitó todo el salmo…
Romereports ha publicado en español y en inglés esta noticia:
El público ha dicho:
"Las risas de la cena en la casa de Pedro han sido sin duda mi gran sorpresa, una película religiosa y emotiva con sentido del humor".
"Me ha llegado a emocionar mucho cuando le ponen la corona".
"La Última Cena, despidiéndose Jesús de sus discípulos, con esa banda sonora... Me llegó al alma".
"He visto la película y no tengo palabras. Me ha encantado, muestra a un Jesús más humano, más cercano a los hombres y al mismo tiempo un hombre divino".
"Me ha fascinado el inicio fresco y abierto y me ha entusiasmado la técnica usada para ir integrando a cada uno de los apóstoles".
"Mis felicitaciones a los guionistas porque he visto una película sobre Jesús de Nazaret que no me ha aburrido nada".
"Felicidades Óscar Parra de Carrizosa quiero felicitar a todo el elenco de artistas por la gran interpretación que cada uno ha tenido en esta película y felicitar por la banda sonora maravillosa al compositor".
www.laespinadedios.com
Comentarios