Del emotivo y sapientísimo testimonio de Marta, madre soltera de 17 años
por En cuerpo y alma
He escuchado con deleite y verdadera emoción la presentación que de su propio caso hace esa chica llamada Marta (que aporta Religión en Libertad y adjunto abajo para Vds.) la cual, en los ocho escasos minutos que dura su exposición ante la cámara, y con las palabras y los modales propios de una chica de su joven edad, pone a esta sociedad indiferente e hipócrita ante las cuerdas de sus propias contradicciones y mentiras por lo que a maternidad y aborto se refiere.
Con la autoridad que le da haber tomado la decisión acertada, con la autoridad que le da ser la madre jovencísima que es a los diecisiete años tras quedarse embarazada “por accidente”, incide Marta en seis “ideas fuerza”, como ahora se llaman, muy básicas, muy sencillas, siempre olvidadas en los enrevesados discursos de quienes nos venden el aborto como parte de la modernidad, las cuales me voy a permitir entresacar de su emotivo y simpático discurso y subrayar en las presentes líneas:
1º.- “Después de un embarazo viene un niño. ¿Por qué has decidido tener una niña? ¡No! ¡Porque has decidido tener relaciones! La niña viene después y es sí o sí. Cada acto tiene unas consecuencias. No tomes una decisión si no vas a poder afrontar las consecuencias”.
2º.- “En el momento que tomas una decisión y eres valiente te das cuenta de que la vida te recompensa. Aunque tus padres, aunque tus amigas, aunque en tu colegio te cierren puertas, siempre hay otras que se van a abrir”.
3º.- “Ese niño ya está vivo. Tú ya eres madre de un niño. Solamente tienes que decidir lo que hacer con ese niño, si ser madre de un niño muerto o ser madre de un niño que ha disfrutado de la vida, que ha podido vivir todas las oportunidades que tú has tenido”.
4º.- “Es injusto quitarle a un niño todas las cosas que tú misma has tenido en tus manos: disfrutar de tus amigos, disfrutar de tus padres, de estar enamorada, de que te den un beso… y tu hija no va a poder disfrutarlo porque tú no quieres”.
5º.- “¡Es que no sabes lo que es ver a tu hijo! ¡Es increíble! ¡Es que no lo cambias por nada, ni por una noche sin salir, ni por un trabajo mejor, por nada! Tener una hija es la suerte más grande del mundo... ¡es que no es una complicación, es un regalo! Una vida con una hija no es peor, es diferente, pero muchísimo mejor. Yo sé que ya no estoy sola. De lo que más orgullosa estoy es de ella”.
6º.- “Si quieres, das tu hijo en adopción. No hace falta ni que cambie tu vida. Simplemente van a cambiar nueve meses. Luego tienes al niño [lo das en adopción] y ya no va a cambiar nada más”.
En fin, amigos, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Nos vemos por aquí. No me fallen, ya saben, en la columna, como siempre.
©L.A.
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