"La raiz de nuestra alegría tiene forma de cruz. Por tanto, la raiz de nuestra alegría es Cristo".
Con el ADN de los mártires (hoy en Caná, de Pozuelo)
Parroquia de Santa María de Caná: cercanía y espíritu de familia
José Francisco Serrano Oceja, periodista de raza, dice de sí mismo que “al fin y al cabo, observo en silencio, cuento historias y comparto ideas apasionantes”. En ABC publica la historia y la vida de las parroquias de la Archidiócesis de Madrid.
Cuando quiero hablarles de la misa de esta mañana en la parroquia de Caná en Pozuelo (Madrid) y del sacerdote que la presidió, don Fernando del Moral, lo primero que hago es ponerles este enlace para los que (mira que me extraña) todavía no conozco dicho templo madrileño y sus actividades pastorales. Gracias José Francisco:
El ADN de los mártires: la alegría
Don Fernando del Moral es uno de los vicarios parroquiales de Santa María de Caná en Pozuelo de Alarcón (Madrid), esta mañana -como decía-, presidía la Misa del Lunes de Pascua. La homilía comienza en el minuto 10:40.
Tras explicar lo que es la Octava de Pascua, nos invita a fijarnos en el encuentro con las santas mujeres y, por lo tanto, a cada uno de nosotros para decirnos: -Alegraos. Porqué en estas circunstancias Cristo puede animarnos a la alegría. Y qué es la alegría.
A partir del minuto 12:33
La alegría que Cristo nos pide es la que brota del misterio de la Pasión. Por eso, podemos decir que la alegría tiene su raíz en forma de Cruz y no es contradictorio. En las actas de los mártires antiguos y en las actas de los martires más contemporáneos llama la atención como aquellos que iban a morir, iban cantando. Como aquellos primeros mártires de la iglesia romana, en las cárceles entonaban cánticos e himnos a Dios. Pensemos en los mártires de la persecución religiosa de los años 30 en España. Aquellos monjes de El Pueyo (Barbastro), como iban cantando hacia el lugar del martirio.
Cómo es posible que alguien vaya cantando a la muerte.
Cómo es posible que alguien tenga alegría en medio del sufrimiento y del dolor.
Porque hemos de mirar a Jesús. Nuestra alegría brota de que Cristo ha muerto y ha resucitado por nosotros. Por eso podemos decir que en el ADN de un cristiano se encuentra la alegría… ¿Cómo vivo yo la alegría?
Os recomiendo un libro
El Prior de la Abadía de la Santa Cruz de El Valle de los Caídos, padre Santiago Cantera, publicó en 2011 Así iban a la muerte, publicación que recoge testimonios de los mártires españoles que enseñan a los jóvenes la fortaleza de la fe, la grandeza del amor a Dios y el perdón a los enemigos.
El padre Cantera recoge en su obra como los testimonios de los mártires enseñan a comprender la trascendencia de la vida, que la muerte es un paso a la eternidad y que en esta vida no estamos para perder el tiempo; que nos jugamos la salvación y que sólo desde Cristo se puede comprender el misterio de la vida y el misterio de la muerte, y ser felices de verdad en la vida y ante la muerte". Nos enseñan también la grandeza del perdón y del amor; del amor a Dios y al prójimo, incluyendo a nuestros enemigos. Y nos enseñan el valor, la fortaleza, la firmeza en los principios y en la fe, algo de lo que nos hace mucha falta hoy.
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