Miércoles, 13 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

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El origen del conflicto (árabe) palestino-israelí. Eduard Yitzhak

por Wiederholen

El origen del conflicto (árabe) palestino-israelí.  Por Eduard Yitzhak. Por Israel

Muchos líderes de opinión occidentales juzgan la naturaleza del conflicto (árabe)palestino-israelí como una guerra territorial, a pesar de las peroratas al Ribat y a la Yihad que todos los líderes (árabe)palestinos continuamente soflaman a su público.

Estos líderes de opinión occidentales no conciben que la religión pueda ser causa de guerra, piensan que es un subterfugio, un enmascaramiento de algo “más profundo”, cuya real base es económica/territorial. Estos olvidan que la ideología, y en concreto, la religión, fue casus belli en la Guerra de los Treinta Años en Europa (16181648) y que sólo a partir de la Paz de Westfalia (1648) al concluir dicha guerra, la religión dejó de ser esgrimida como casus belli. Durante el curso de la Guerra se redujo la población del Sacro Imperio en un 30 por ciento. La población masculina en Alemania disminuyó a la mitad. En los Países Checos la población cayó en un tercio a causa de la guerra, el hambre, las enfermedades y la expulsión masiva de checos protestantes. Desde entonces, y a pesar de la intolerancia religiosa en diversos países, la religión dejó de ser casus belli, con muy irrelevantes excepciones.

La naturaleza en todo conflicto la impone el agresor. Un ejemplo muy claro de ello es el de un hombre que asesina a una mujer con una pistola. Si ha sido para atracarla, diremos que es un crimen económico; si la mujer es negra, y el asesino la disparó por ser negra, diremos que es un crimen racista; si la víctima era judía y la ha asesinado por ser judía diremos que el crimen es antisemita; y si la mujer era su esposa y la mata por celos, diremos que el crimen ha sido por violencia de género. El mismo acto criminal es tipificado diferente en función de la motivación del agresor. Sobre esto, todo el mundo lo tiene muy claro.

Como hemos dicho, la naturaleza en todo conflicto la impone el agresor,  y quien agrede e impone la razón en el conflicto (árabe)palestino-israelí son Hamás y Al-Fatah. Hamás es la rama salafista de la Hermandad Musulmana en Gaza, y su ideólogo Sayyed Qutb escribió en 1950 “Nuestra lucha contra los judíos”, rememorando el título de la obra de su admirado Führer alemán, Mein Kampf (Mi lucha). En esta obra expresa su pensamiento sobre los judíos e Israel: “Los judíos se han enfrentado al Islam desde el momento en que se estableció el estado islámico en Medina. Conspiraron contra la comunidad musulmana desde el primer momento en que se convirtió en una comunidad. El Corán contenía directivas y sugerencias en lo concerniente a esta enemistad y conspiración judías. Estas directivas eran suficientes para describir esta amarga guerra que los judíos han lanzado contra el islam, el Mensajero de Alá y la comunidad musulmana a lo largo de esta larga historia. Esta es una guerra que no se ha extinguido ni por un instante por cerca de catorce siglos, y que continúa hasta este momento, el incendio que asola todos los rincones de tierra”.

“Y los judíos volvieron a hacer el mal, así que Alá le dio a los musulmanes poder sobre ellos. Entonces los musulmanes los expulsaron de toda la península arábiga… Luego los judíos volvieron a hacer el mal y en consecuencia, Alá envió a otros de sus sirvientes contra ellos, hasta los tiempos modernos. Entonces Alá trajo a Hitler para que gobernara sobre ellos. Y hoy, una vez más, los judíos han vuelto a hacer el mal bajo la forma de ‘Israel’, que ha hecho que los árabes, los dueños de la tierra, saboreen el dolor y la aflicción”. [1]

Pero muchos, muchísimos, líderes de opinión creen que Al-Fatah es más “moderado”, más “laico”, lo que no es cierto, porque está cubierta de una máscara menos religiosa hacia el exterior puesto que tiene mayor aceptación para el público occidental el “heroico” combate por la independencia de su pretendido pueblo “palestino”, que en realidad no es más que la colectividad árabe que vive en tierra de la antigua Judea, llamada Provincia Syria-Palæstina por el ocupante emperador romano Adriano en el año 135 EC para desjudaizarla y borrar la memoria de los judíos por su tierra, que dicho de paso, no lo consiguió.

La Autoridad Palestina, y el Consejo Asesor de Al-Fatah al frente junto con Mahmmoud Abbas -que se presentan aparentemente como laicos, a la usanza árabepalestina, que no pasarían  los cánones de laicismo europeos- han declarado, y declaran, multitud de veces que los terroristas que perpetran atentados contra Israel, y mueren en ellos, son shahids, mártires que están llevando a cabo Ribat, guerra religiosa –Yihad- para apoderarse de la tierra que consideran islámica. [2]

Ribat, es el término árabe que designa una fortificación a lo largo de la frontera durante los primeros años de la conquista musulmana en el que se albergaban murabitun (guerreros santos del islam) que combatían para defender y expandir el Islam en Yihad. Ribat hace referencia a los que guerrean, vigilan y llevan a cabo la Yihad contra los infieles. A partir de la guerra de Afganistán, los yihadistas han readaptado el término del hadiz para caracterizar su lucha contra los infieles y Occidente, desde Al-Andalus a Palestina, de Chechenia a Irak. [3].

Como dijo el filósofo español George Santayana “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo” y el pensar que es imposible que haya guerras cuya motivación es religiosa y agresores que son simplemente religiosos, condenará a esos pueblos desmemoriados a repetir la historia por haberla olvidado.

Lo que diferencia a los distintos grupos agresores (árabe)palestinos, Hamás y Al-Fatah,  es la estrategia  y ligeros barnices sobre la ideología, que en realidad son irrelevantes, lo que no evita luchas intestinas, a veces mortales, entre ellos mismos. Análogamente, y salvando las distancias, durante la Guerra civil española, en el bando republicano de Cataluña en mayo de 1937 se dio una lucha encarnizada entre los comunistas estalinistas y los comunistas trotskistas a pesar del avance imparable del Frente Nacional del General Franco. Estos hechos fueron reflejados en la obra del escritor inglés George Orwell, publicada en 1938: “Homenaje a Cataluña”, que fue testigo de los sucesos, y también quedaron mostrados en 1995 en el film del inglés Ken Loach: “Tierra y libertad”.

El salafismo está en conflicto bélico, Yihad, contra lo que considera que no es el puro Islam, el de Muhammad y sus colaboradores y contra aquellos a los que califica de “infieles”, judíos, cristianos y resto de humanos. Hamás es un grupo salafista, rama (árabe)palestina de la Hermandad Musulmana que focaliza su guerra contra los judíos e Israel, el judío de las naciones.

Al-Fatah se cubre del manto nacionalista-independentista que es más aceptable a ojos de los occidentales, pero en realidad los muyahidines de Al-Fatah no están dispuestos a inmolarse por una causa que no sea por la de Alá, como por un motivo territorial o económico, pues creen firmemente que morir por Alá es la única manera de acceder al Paraíso. Asesinar por otra causa que no sea la religiosa les condenaría al infierno. La motivación del muyahidín y fedayín de Al-Fatah es puramente religiosa y tampoco estará dispuesto a perderse el Paraíso de Alá por malinterpretaciones del Corán, libro al que conoce perfectamente y domina su idioma, el árabe, su lengua materna.

NOTAS

[1] Sayyed Qutb. Nuestra lucha contra los judíos. 1950

[2] Abbas: “We are all Murabitin (i.e., those who carry out Ribat) along with the children of Jerusalem”

http://palwatch.org/main.aspx?fi=607&page=3

http://palwatch.org/main.aspx?fi=607&page=2

http://palwatch.org/main.aspx?fi=607&page=1

 

[3] Ribat, al-Qa’ida, and the Challenge for US Foreign Policy. Long, Mark. The Middle East Journal, Volume 63, Number 1, Winter 2009, pp. 31-47(17). Middle East Institute

http://www.ingentaconnect.com/content/mei/mei/2009/00000063/00000001/art00003?token=005515ccdbde9405847447b49762f7b40726f5e2b414c7633757e6f3f2f2730673f582f6b0e4817cce4b

 

 

 

 

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